- El 17 de noviembre de cada año se conmemora el Día mundial del niño prematuro, fecha determinada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el fin de sensibilizar a la población sobre esta problemática.
El nacimiento de un niño prematuro se ha transformado en la principal causa de muerte neonatal -es decir, dentro de los primeros 28 días de vida- y la segunda causa de mortalidad infantil en el mundo. Cada año nacen alrededor de 15 millones de bebés prematuros y de estos fallecen cerca de 1,1 millones.
Conceptos y características
Prematuro es el que nace antes de las 37 semanas de embarazo: se trata de un bebé inmaduro en el que todavía no se han desarrollado muchas de las funciones principales del organismo. En tal sentido, se resaltan las que aparecen a continuación.
Presentan inmadurez de la piel y, por tal motivo, este órgano deja de cumplir su función que es actuar como barrera para mantener el calor del cuerpo y defenderlo de posibles infecciones.
Además, a nivel respiratorio cuentan con escasez o incluso hasta ausencia de una sustancia llamada surfactante que es la encargada de hacer que los pulmones funcionen bien; es por esta razón que se puede suscitar la falta del desarrollo de esos órganos. Desde el punto de vista neurológico, son propensos al cese de la respiración -conocido como apnea- ante la carencia de madurez de su centro respiratorio.
Respecto al aparato gastrointestinal, estos pequeños también registran inmadurez de la mucosa intestinal por lo que requieren, en ciertas oportunidades, de fórmulas especiales para ser alimentados. Por lo tanto, tienen complicaciones severas que pueden requerir de intervenciones quirúrgicas para su corrección.
En el caso del corazón, un conducto que debería cerrarse pero que se mantiene abierto -lo que se conoce con la denominación de ductus arterioso – genera muchas complicaciones y también puede culminar en una intervención quirúrgica.
Por último, también se registra la inmadurez del sistema inmunológico, lo que ocasiona que estos bebés sean más propensos a sufrir infecciones graves.
Todo lo planteado anteriormente se traduce en la demanda de una atención especial: técnicos, médicos y de enfermería, así como unidades de cuidados intensivos especializados en bebés prematuros. Esto conlleva también un aumento en el gasto en materia de salud, dado que una cama de CTI para un prematuro tiene un costo diario de 1000 dólares y el promedio de internación es de 68 días. Asimismo, estos niños necesitan controles posteriores más estrictos, pudiendo presentar alteraciones en su neurodesarrollo y crecimiento, y también complicaciones derivadas de los tratamientos requeridos.
¿Qué se puede hacer para evitar que nazca prematuro?
En primer lugar, es fundamental que la población tome conciencia sobre esta realidad mediante la promoción de planes de planificación familiar, al igual que el adecuado control del embarazo -lo que se debe iniciar en el primer trimestre-, contar un mínimo de seis controles clínicos, además de la realización de ecografías para evaluar el crecimiento del bebé.
Al mismo tiempo, se presenta como esencial la aplicación de exámenes con el propósito de descartar enfermedades maternas: la obesidad y la hipertensión arterial materna son los factores de riesgo más frecuentes de prematuridad. Con los estudios se pueden detectar y tratar las complicaciones en forma rápida; de esta manera, se logra que el bebé llegue a término.
En Uruguay existe un menor control en las madres adolescentes y en las mayores de 40 años que ya han tenido otros hijos. Por todo lo planteado, SUAT te invita a consultar con un especialista, así como también a implementar el control de tu embarazo.
Dra. Beatriz Carbajal
Neonatóloga de SUAT
Fuente:
http://www.lr21.com.uy/empresariales/1312351-dia-mundial-del-nino-prematuro
