Alguna vez habremos escuchado que la Luna nos muestra siempre la misma cara. Eso nos permitiría pensar que sólo vemos el 50 % de su superficie. Pero la verdad es que vemos un 59 % producto de las libraciones de la Luna.
Las libraciones son el conjunto de movimientos oscilantes de la Luna respecto a un plano, u observador fijo. Estos movimientos son de tres tipos; en longitud, en latitud y diurno.
Como mencionamos, la Luna nos muestra siempre la misma cara, es decir que rota sobre si misma en el mismo tiempo que se traslada alrededor de la Tierra. Como la órbita de la Luna alrededor de la Tierra es ligeramente excéntrica, al momento de acercarse al perigeo (máxima aproximación a la Tierra) la velocidad de movimiento sobre la órbita será mayor que en otro lugar de la órbita, produciendo una ligera diferencia entre estos dos movimientos, lo que nos permitiría ver una porción oculta de la Luna. Lo mismo ocurrirá en el apogeo. A este movimiento lo llamamos “Libración en Longitud”.
La segunda, “Libración en Latitud”, se debe a la inclinación del eje de rotación de la Luna sobre su órbita. La Tierra orbita alrededor del Sol sobre un plano que se llama la Eclíptica, y sobre el que se “encuentran” también los otros planetas (en realidad, este plano varía para cada planeta, pero no en gran medida). El eje de rotación de la Tierra, no es perpendicular a dicho plano, sino que está inclinado aproximadamente 23° 27′ (cifra que se modifica también, como ya sabemos, nada en el Universo es fijo). Es para destacar que es esta inclinación del eje de rotación la que da lugar a las estaciones, efecto que explicáramos anteriormente en nuestras publicaciones. Bien, lo mismo le ocurre a la Luna, su eje de rotación está inclinado con respecto a su órbita, lo que nos permite ver en algunos momentos una porción del polo norte lunar, y en otros momentos una porción del polo sur lunar.
La tercera libración es completamente comprobable en la Tierra. Si un observador caminase frente a un edificio, de extremo izquierdo a extremo derecho, podría ver una porción de su pared lateral izquierda y luego de su pared lateral derecha. La Tierra rota sobre si misma en aproximadamente 24 horas (más precisamente 23 horas 56 minutos 4 segundos), y en ese tiempo la Luna se mantiene casi en el mismo lugar, convirtiéndola en nuestro edificio y a nosotros en el caminante que pasa frente a su fachada. Esta se produce durante un día, por ello se la denomina “Libración Diurna”.
Fuente: Observatorio Astronómico de Córdoba
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