Pokémon va a la oficina: El líder economista de GE explica cómo el juego y el trabajo se están fusionando

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  • Por Marco Annunziata, director ejecutivo de Global Market Insight en GE

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A todos nos gusta jugar. Basta con mirar las noticias sobre la última moda de Pokémon Go para ver a una multitud de personas deambulando por Central Park en Nueva York, o paseando en las calles de San Francisco, a la caza de criaturas de aspecto tonto.

El meteórico ascenso del juego parece confirmar la idea de que las innovaciones digitales tienen que ver más con juego que con trabajo, todo se trata de juego y de redes sociales sin ningún impacto en la productividad ni en el crecimiento económico.

Apuesto a que muchos economistas tecno-escépticos están ahí fuera ahora, sucumbiendo a la Pokemania. De hecho, la única razón por la que estoy sentado en mi escritorio escribiendo este blog es que una lesión en la pantorrilla que sufrí en un partido de baloncesto me impide caminar más de unas pocas cuadras.  Y Pokémon Go es pura movilidad.

A medida que usted se mueve en una ciudad, un parque o una playa, la cámara de su teléfono inteligente le proporciona una visión “aumentada” de su entorno, por lo que puede detectar las criaturas de ficción bajo un árbol de la vida real o posada en una banca del parque en la vida real. Pokémon Go jugará un papel importante en la aceleración de mi recuperación…

Lanzado hace sólo unas semanas, Pokémon Go ha popularizado al instante la “realidad aumentada” (AR), una tecnología digital que hace a los objetos “virtuales” parte del mundo que nos rodea (diferente de “realidad virtual” (VR), que nos sumerge en un universo alternativo). Esta nueva aplicación es un punto de inflexión, el aprovechamiento de los avances en el poder del cómputo, Big Data y programas de localización geográfica para cambiar la forma en que percibimos y experimentamos el mundo.

Literalmente un cambio de juego…

Pero AR es mucho más que un juego

Imagine tener que reparar un motor a reacción. No es una tarea fácil. Pero ¿qué tal si tuviera un dispositivo portátil que le permitiera ver lo que se supone que debe hacer, y reaccionara a su voz para guiarlo a través del proceso paso a paso? De esto se trata:

Imagine tener que realizar tareas de mantenimiento o reparaciones de la maquinaria compleja en una plataforma petrolífera en alta mar. No importa qué tan inteligente y con experiencia sea usted, nunca tendrá todos los detalles técnicos en su cabeza.  Podría llevar con usted varios manuales de mantenimiento o puede tomar su tablet para fines especiales, apuntar la cámara hacia el equipo y ésta identificará la máquina para usted, eso le permitirá ver secciones internas ampliadas de la máquina sin necesidad de abrirla, y le mostrará cómo realizar las operaciones necesarias. Empresas como GE están desarrollando este tipo de aplicaciones industriales para la AR que hacen un trabajo más productivo, más seguro y más divertido. La realidad virtual está haciendo un salto cuántico similar. Ahora puede ofrecer experiencias de inmersión total tan realista que casi puede abrumar sus sentidos. Podemos utilizar VR para simular el flujo de trabajo en una fábrica completa. Utilizando los datos de las fábricas existentes, podemos experimentar con configuraciones alternativas, simular el impacto de las fallas técnicas o condiciones cambiantes del mercado como un aumento en la demanda; la VR nos permite ver cómo responde el flujo de trabajo, detectar problemas imprevistos, identificar formas en las que el proceso de producción se puede hacer más seguro y más eficiente.

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Hemos estado buscando maneras de optimizar nuestras fábricas y la VR nos pareció una buena idea”, dice Neha Prajapat, especialista en herramientas de ingenierías en el Rugby, de GE. Ella también es una jugadora. Arriba: Prajapat y su equipo utilizan Microsoft Kinect para estudiar el movimiento de los trabajadores dentro de una fábrica de GE. Crédito de la imagen: GE

¿Puede hacer la diferencia en la productividad

Ya lo hace. La realidad aumentada y la realidad virtual ayudan a crear ganancias en eficiencia importantes en el mundo digital-industrial a través de una gama de sectores. ¿Puede ser divertido? Sólo hay que preguntarle a mi colega Claudio Cargnelli, que aprovecha su destreza en los juegos en línea para modernizar las redes eléctricas del mundo. “Gamification” es una fea palabra. Pero muy acertada. Lo digital y lo industrial se están convirtiendo en uno mismo. El juego y la innovación tecnológica se están fusionando. Y mientras vayan escalando en la industria, van a impulsar la próxima ola de crecimiento económico. Así que ahora voy a ver si puedo coger algunos Pokémons al acecho cerca de nuestra oficina…

Y usted, ¿qué opina de todo esto? ¿Cómo las AR y VR van a cambiar la forma de vivir y trabajar?

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