SPERMBOT – una nueva solución para la infertilidad

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Tradicionalmente, la procreación humana tiene que ver con exactitud y el volumen. Suficiente esperma en un óvulo (200-500 millones es lo normal para un solo evento),  y si tienes suerte,  algunos de ellos (tal vez un centenar) con el tiempo podrán averiguar lo que hay que hacer , y uno de ellos podría terminar dando lugar a una fertilización exitosa. Estas son las probabilidades terribles.
SPERMOBOT

Un enfoque futurista (que ya ha sido adoptado por algunos de los insectos más primitivos) es acabar con los cientos de millones de espermatozoides, y depender de un solo para hacer el trabajo. Si vas a hacer eso, solo un espermatozoide tiene que ser increíblemente impresionante, y gracias a la ciencia esto puede ser posible. Los investigadores del Instituto de Nanociencias integrativa en IFW de Dresde en Alemania han probado con éxito diminutos trajes de energía impulsados magnéticamente para que a los espermatozoides puedan convertirlos en “cyborg” spermbots dirigibles que pueden ser controlados a distancia todo el camino hacia el óvulo.




Para ser un poco más en serias las cosas, los spermbots están destinadas a ayudar a lidiar con una de las principales causas de la infertilidad: espermatozoides que por alguna razón tienen escasa movilidad, pero son por lo demás perfectamente sanos. Las técnicas como la inseminación artificial o fertilización in vitro pueden ayudar, pero tienden a ser caras y no muy fiables, ya que existe la posibilidad de fracaso en muchos puntos durante el proceso de múltiples pasos. El problema fundamental que hay que resolver es la siguiente: ¿cómo se consigue un solo espermatozoide sano para fertilizar un óvulo? Los investigadores IFW de Dresde se acercó con lo que tiene que ser el enfoque más sencillo y directo, que es dar al espermatozoide un motor:

Los motores son microhelices recubiertas de polímero de metal que son de tamaño tal que van a encajar sobre la cola de un espermatozoide individual. Un campo magnético giratorio hace que se giren, propulsándolos (y cualquiera que sea el esperma cual están adheridos) hacia adelante. Ajuste de la orientación del campo puede dirigir los spermbots en 3D, y todas estas cosas se puede hacer dentro de una máquina de resonancia magnética, aunque el video ha sido en el equivalente a una placa de Petri. Una vez que el esperma llegue al óvulo, el micromotor incluso puede arar en este, haciendo que el proceso de fertilización lo más fácil posible.

Todavía hay un montón de retos aquí, pero los investigadores están convencidos de que este es un paso útil en la dirección correcta. Mi sugerencia sería la de dotar a la robosperm con pequeños cañones láser pequeños en caso de cualquier otro espermatozoide se interponga en su camino.

 


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