Por: Dr. J Jesús Francisco Carpio Mendoza.
Como docentes en servicio activo, nos ha tocado un cambio en la forma de trabajar frente a grupo, por una modalidad a distancia, virtual y poco participativa del lado estudiantil, debido al desánimo, al no contacto con sus compañeros, a gozarle a la escuela.
Durante 34 años, estuve asistiendo de forma presencial a clases, vi cambios en las aulas tales como el pizarrón de gis, verde o negro, que cada inicio de clases olía a nuevo, recién pintado, brillante listo para anotar; pero había que curarlo, con gis pintarlo de blanco con el polvo para después borrarlo, cuyo fin es que no quede nada escrito para evitar confusiones con palabras, símbolos, números de otras clases.
Recuerdo, como tenía mi caja de gises de colores para las líneas del tiempo, explicar problemas de Física, o diagramas de flujo en Computación.
Llegó el pintarrón, con plumones de 4 colores, fácil de borrar, y ya no me ensuciaba de gis, ahora es negro por el plumón.
La tecnología educativa evolucionó, de transparencias o filminas, videocasete VHS o BETA, a Power Point, You Tube, a integrar video, audio, fotografías y texto en las presentaciones, más didáctico, ágil, y divertido.
El preparar clase, bajo el mismo principio “¿Cómo me gustaría que esa clase me la hubieran dado?”, el hacer ejercicios para determinar si hay errores o no, elaborar preguntas reto, pero lo más importante, lo que sé ¿cómo lo aplico al mundo exterior?, encontrar lo que no sé, armar, construir algo en lo real.
Años interesantes, en donde conoces a estudiantes brillantes, buenos amigos, colegas y otros que “dicen que saben todo”, una respuesta típica “lo sé”, pero en el fondo sabemos que no sabe.
Pero con la Pandemia, todo cambió; a una plataforma, video conferencia, y las viejas prácticas: pase de lista, tareas, apuntes, evidencias, evaluaciones, etc.
Los estudiantes son hábiles para resolver problemas tecnológicos, trabajando de forma colaborativa a su favor, en el caso de tareas y exámenes: El WhatsApp es infalible.
Prender la cámara, hacer atractiva la clase, la terca realidad sobre el internet, corte de luz, la no actualización de equipos, o la no portabilidad de la plataforma al celular, son algunos problemas actuales.
Lo virtual, le permite al estudiante, estar en dos lugares a la vez; en su trabajo (tiene que pagar colegiatura, hacer pagos, es su sueldo), y en la escuela.
Pero el desgaste es mayo para el docente, al preparar clase, trabajo administrativo, juntas largas vía Zoom, calendario de exámenes, o bien lo platicando antes, tienes grupos con muchos estudiantes.
Las Instituciones Educativas, tienen sus métricas para la evaluación docente, pero algunas otras ni idea, y sus indicadores son dispares.
El desgaste para el Docente después de un año es bastante, donde un día feriado, es un desfogue de labores, tensiones y no juntas.
Ante esta situación vivida, les ofrezco un Programa de Liderazgo enfocado a tú persona, con impacto al entorno inmediato, es “CARGAR PILA”, para poder seguir adelante.
Dicho programa se denomina “Águilas”, cuya duración es de un mes, una hora y media por semana.
Una inversión a su persona, en donde desaprende para volver a aprender; a oxigenar las ideas, para regresar con más fuerza a la labor docente.
El equipo de colaboradores nos llamamos “LOS AMIGOS DE LOS SÁBADOS”, profesionistas multidisciplinarios, expertos en sus áreas , con ganas de compartir, altamente dinámicos, didácticos, una escucha generosa y Gran Calidad Humana, que se siente aunque sea virtual.
Te invito a contactarnos, y arma tú grupo de 15 docentes.
“Sé Águila y vuela alto”