El Dr. Francisco José Bulnes Aguirre, un destacado matemático mexicano, recientemente ha publicado, en colaboración con varios teóricos y científicos, un libro denominado “Avances en Información y Comunicación Cuántica” (En Inglés “Advances in Quantum Communication and Information).
Francisco Bulnes, Vasilios N. Stavrou, Oleg Morozov y Anton V. Bourdine enfocan en esta ocasión su talento para brindar a la comunidad científica internacional, lo último de lo último en temas de la comunicación y el manejo de la información.
La investigación en comunicación cuántica requiere conocimiento de la teoría de la información y teletransportación de información en cualquier forma física utilizando el campo cuántico como medio de todos los diferentes procesos y aspectos sobre el manejo de su información, su bosón procesamiento y sus tecnologías. Asimismo, uno de los principios más importantes en investigar es el entrelazamiento cuántico para definir la gestión de la comunicación del tipo cuántico. Otros aspectos relacionados con el diseño de tecnologías cuánticas, base de comunicación y su desarrollo en modelos transceptores de Bose-Einstein observación de la naturaleza para formar una onda láser cuántica de átomos. Esta onda cuántica es uan cadena de enlaces de onda que define y determina la comunicación cuántica. Los modelos informáticos cuánticos son muy útiles para establecer el orden de programación requerido en el procesos de comunicación cuántica. El presente libro es una compilación de los capítulos que cubren varios de estos temas y, en otros casos, ponen a prueba las teorías de campo sobre qué es la comunicación cuántica y sus tecnologías.
El mundo de la Mecánica Cuántica, la parte de la física que estudia cómo la luz y la materia se comportan en las escalas más pequeñas, no puede ser más desconcertante. Está repleto de realidades familiares para los científicos pero «imposibles» para el resto de los mortales. Una de ellas es lo que Einstein llamó la «fantasmagórica reacción a distancia», un fenómeno que le permite a los fotones «comunicarse» entre sí al instante, sin importar a qué distancia estén.
Este inquietante comportamiento llevó a algunos a pensar que era posible transportar personas y objetos a distancia, sin necesidad de desplazarlos, usando el llamado teletransporte. Pero el mecanismo que permite a los tripulantes del Enterprise, en «Star Trek», desvanecerse en la nave y materializarse en la superficie de un planeta al instante, pertenece hoy al campo de la ciencia ficción. Ni la teoría ni ningún experimento actual es capaz de acercarse a una tecnología que pueda convertir la materia, y no digamos ya un ser vivo tan complejo como Míster Spock, en una señal que luego pueda ser transformada en materia en otra localización.
Sin embargo, el teletransporte de información no es ciencia ficción. Es una realidad conocida desde 1993, y hoy en día ya hay empresas que lo utilizan para crear redes de comunicación en teoría indescifrables. También hay científicos que lo estudian para crear los ordenadores cuánticos, los computadores que en cuestión de años multiplicarán las capacidades de los superordenadores más potentes hoy en día. Y no solo eso, el pasado 16 de agosto China dio un gran salto en esta tecnología tras lanzar el primer satélite cuántico al espacio. Desde allí arriba, pondrán a prueba el fenómeno del teletransporte entre el espacio y la Tierra, y tratarán de asentar las bases para crear una red global de comunicaciones cuánticas. Todo esto explica en parte por qué la Unión Europea lanzará en 2018 un proyecto «flagship» financiado con 1.000 millones de euros para potenciar las tecnologías cuánticas.
Tecnopia pone el libro en manos de nuestros lectores y de toda la comunidad científica internacional. Para descargar el libro, PRESIONE AQUÍ