Por el Dr. Arturo Vásquez Urdiales.
El 13 de junio de 1928, en Virginia, EEUU, nació un brillante matemático y economista, llamado por sus pares como “El último genio”. John Forbes Nash, hijo de padres profesionales y de muy buen nivel cultural, fue criado para creerse mejor que los demás, y lo lograron. Sin embargo, su retraimiento y egocentrismo lo llevaron a desarrollar una incapacidad para conectarse y entender al resto del mundo.
A los 14 años, su vida cambiaría al encontrar el libro “Men of mathematics” de Eric Temple Bell. Este despertó en él un súbito interés por los números. Participó en el “concurso George Westinghouse” y ganó una beca para la Universidad Carnegie Mellon, donde inició Ingeniería Química. Su habilidad para las matemáticas no pasó desapercibida, y uno de sus profesores gestionó una beca para que continuara sus estudios en la Universidad de Princeton, enfocándose en el doctorado de matemáticas.
En Princeton, Nash tuvo la oportunidad de ser alumno de renombrados científicos como Albert Einstein y John von Neumann. Para impresionar a sus profesores, creó un juego matemáticamente perfecto en el que se basó el “HEX”. A los 21 años, se doctoró en matemáticas con una tesis corta pero genial sobre “juegos no cooperativos”. Además, escribió un destacado artículo sobre “Puntos de equilibrio en juegos de ‘N’ personas”, en el que definió el equilibrio de Nash.
Tras su doctorado, fue contratado por la Fuerza Aérea de los EEUU para su cuerpo estratégico. En 1957, se casó con la salvadoreña Alicia Lardé. Sin embargo, su vida se vio marcada por dos crisis y el diagnóstico de esquizofrenia. Pasó cincuenta días internado en el hospital McLean y luego intentó conseguir el estatus de refugiado político en Europa, alegando ser perseguido por agentes comunistas, pero fue deportado a los EEUU. A pesar de las internaciones periódicas y los fracasos en los tratamientos, Nash logró convivir con sus alucinaciones y recuperar su capacidad de análisis.
Nash se convirtió en un experto en geometría diferencial y ecuaciones en derivadas parciales, pero su mayor aporte a las matemáticas fueron sus teorías de juegos de azar y negociaciones económicas. Por estas contribuciones, recibió el “Premio Nobel de Economía” en 1994. La escritora alemana Sylvia Nasar publicó en 1999 la novela “A Beautiful Mind”, y dos años después se estrenó la película del mismo nombre, dirigida por Ron Howard y protagonizada por Russell Crowe, basada en la vida de John Nash. La película ganó cuatro premios Oscar, llamando la atención mundial sobre la esquizofrenia, aunque Nash señaló que la historia no era real, ya que no fue filmada en Princeton.
Las teorías de Nash han tenido un impacto significativo en las negociaciones comerciales globiales, en los avances de la biología evolutiva y en las relaciones laborales. Su legado perdura hasta nuestros días, y sus ideas han influido en numerosos campos.
Tristemente, el 23 de mayo de 2015, a los 86 años de edad, John Nash falleció junto a su esposa Alicia Lardé López-Harrison, de 82 años, en un trágico accidente de tránsito en Nueva Jersey. El mundo perdió a uno de los grandes genios de la matemática y la economía, pero su impacto perdura y su historia sigue cautivando a quienes la conocen.
La vida de John Forbes Nash es un testimonio de la complejidad humana y la lucha contra las adversidades. Desde su infancia marcada por la arrogancia y el aislamiento, hasta su batalla contra la esquizofrenia, Nash demostró una capacidad innata para el análisis y la creatividad matemática.
Sus teorías revolucionaron la forma en que comprendemos los juegos de azar, las negociaciones económicas y la interacción humana en general. Su trabajo ha dejado una huella imborrable en la comunidad científica y ha contribuido al avance de múltiples disciplinas.
A pesar de las dificultades que enfrentó en su vida, Nash logró superarlas y encontrar la estabilidad en su mente. Su legado no solo se limita a sus contribuciones académicas, sino también a la conciencia que generó sobre la esquizofrenia y la importancia de la salud mental.
La historia de John Nash es un recordatorio de que los grandes talentos a menudo vienen acompañados de desafíos personales, pero también es un llamado a la perseverancia y a la capacidad de encontrar la belleza en medio de la adversidad.
Hoy recordamos a John Forbes Nash como un genio incomparable, cuyas letras hipnóticas nos sumergen en el fascinante mundo de las matemáticas y la mente humana. Su legado perdurará en las páginas de la historia y en el corazón de aquellos que encuentran inspiración en su vida y obra.