La política antiinmigrante de “cero tolerancia” ordenada por el presidente Donald Trump en abril último ha llegado a extremos atroces, como se desprende de los videos y noticias difundidos por el propio gobierno estadounidense y por testigos oculares: miles de menores de edad de distintas nacionalidades han sido separados forzadamente de sus familias y han sido confinados en bodegas, a lo largo de la frontera con México, dentro de jaulas metálicas, bajo la vigilancia de agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de ese país, sin personal capacitado para el cuidado infantil.
Como lo ha expresado el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, tales acciones son inadmisibles porque violan el principio del interés superior de los niños al bienestar y a la vida con su familia, reconocido en el derecho internacional.
La migración irregular no es un delito, como lo ha señalado la Relatora de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para Estados Unidos, y no debe emplearse a los niños como rehenes para inhibir a inmigrantes potenciales.
La Universidad Nacional Autónoma de México expresa su más enérgico rechazo a esas acciones, exige su suspensión inmediata e invita a las instituciones académicas y a las organizaciones de la sociedad civil a sumarse a esta exigencia.