Por: Dr. J Jesús Francisco Carpio Mendoza.
Periodista y Escritor Científico.
Revista Digital de Divulgación Científica ” Tecnopia.org”
“Caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Antonio Machado.
Tengo entre mis amigos, un grupo con los cuales me puedo sentar a “rebotar ideas”; uno de ellos el Dr. Fernando Galindo Soria, coincidimos en varios temas en común y en estudios, que podemos pasar hasta tres horas platicando vía celular, intercambiando puntos de vista o recibiendo sus consejos.
Estas experiencias de vida que expone mi distinguido amigo a quien le digo “Doc”, siempre son tres las aristas a revisar: el Administrativo, Académico y el Industrial.
El ser científico hace tiempo, no tenía un camino trazado.
No existía en ninguna curricula de estudios; los personajes históricos que hicieron ciencia, se formaron paso a paso, haciendo lo que les apasionaba, resolviendo la duda que tenían en mente.
Hace unos días recibí una llamada para dar una conferencia en una preparatoria, por invitación de un ex compañero de estudios el Dr. Antonio Rodriguez Flores, quien da clases en esta Institución.
El tema para la conferencia es “Formación de Jóvenes Científicos”; la idea es adentrarlos en este mundo de la investigación mezclado con la innovación y el desarrollo.
La fecha el 29 de noviembre, y ante un grupo numeroso de estudiantes algo rebeldes, inquietos, platicando de los temas que les gustan, uno a uno, en grupo o parejas llegaban a donde sería la conferencia.
Llevaba lista la presentación, pero como indica una frase sobre la teoría del caos: “No existe el orden en el mundo que nos rodea, debemos adaptarnos al caos.”, despues de la lectura de una breve semblanza, un estudiante decía en voz alta y tono burlesco “¿Y usted que ha hecho?”, ” Vienen personas a platicar, pero pocos nos muestran hechos”.
“Sin problema”, le respondía y mostraba lo que he desarrollado con el paso del tiempo; “todo son proyectos escolares a nivel preparatoria o universitario, algunos fueron premiados, otros fue para titularse”, le indicaba al grupo, mientras las fotos, caras de los estudiantes, jóvenes de su edad o más grandes aparecían en ellas.
Narraba cada una de ellas, mientras recordaba “esos detalles” para poner en marcha la imaginación.
El auto fabricado desde cero, por los Ingenieros Mecánicos Automotrices hace unos años.
Desde el diseño, su armado desde cero, puesto a prueba, lo chocaron y regresó al taller para ser reparado y volver a correr. Esta es una de las experiencias más grandes y la cara de felicidad lo dice todo en las fotografías.
El tambor industrial automatizado con arduino en el Conalep Felipe Benicio Chapa Martínez, León I, con los estudiantes de electromecánica industrial, en tamaño real y a escala.
La plática continuaba, y el silencio llenaba el auditorio, así capté su atención a lo que llevaba preparado.
“Una pregunta”, un joven interrumpía la plática, ¿Qué es la mentefactura?, “lo escucho muy seguido pero no entiendo”.
Le respondí a su cuestionamiento de esta manera:
“Este es un término que lo están poniendo en boca de todo: MENTEFACTURA.
Consiste en combinar el conocimiento y servicio, pero no pensar en el producto.
En nuestro país hay “n” cantidad de emprendedores, innovadores, personas que tienen ideas y no saben cómo iniciar.
Si hacemos un comparativo, pareciera que son puntos dispersos en una hoja blanca.
¿Qué falta hacer?, Unirlos para que tengan una forma, descubrir la figura oculta, comprender la interacción que puede haber entre ellos, activar la cadena productiva, iniciar una acción, movimiento, las ideas a trabajar.
Tiempo atrás vi como proyectos de estudiantes les faltaba impulso, promoción, compromiso para continuar, fueron innovadores en su momento, pero todo quedo en buenas intenciones.
Necesitamos impulsar, asesorar y seguir monitoreando las excelentes ideas que traen los innovadores; no es una palmada, un “felicidades”, un diploma; es impactar para trascender.”
Todo lo que estoy mostrando, es el producto del talento, conocimiento, habilidades, destrezas y actitudes de jóvenes estudiantes guanajuatenses o que están viviendo en Guanajuato; pero lo puedo aplicar en cualquier parte del país o continente.
Cada no de ellos logró un objetivo personal y profesional; hoy en día están en donde querían estar, o habían soñado llegar.
Actualmente, doy clase de Física y desarrollamos sensores en clase en base a Arduino, con el fin de que cada estudiante pueda llevar un “plus” en su aprendizaje, hace poco construimos un sensor barométrico, el cual indicaba la presión barométrica, la temperatura ambiente y la altitud de la ciudad.
Preguntaban sobre un Agujero negro, y daba respuesta con una teoría muy personal, la cual consiste en que todo lo que ingresa pongamos por ejemplo una esfera, comienza a transformarse en un toroide, continuando a una dona y expandirse conforme avanza, hasta convertirse en una linea tan delgada que forma parte de un todo, es decir, todo en uno, uno en el todo.
Bueno, esa es mi teoría.
Platicamos sobre el agua en los planetas, los canales de Marte, la posibilidad de construir un submarino espacial, para las lunas que contengan mares en su interior.
Mostraba el trabajo que realizó por mucho tiempo el Dr. Hugo César García Jaramillo con el Centro de Investigaciones Oceanográficas del Pacífico Mexicano, CIOPM, hasta su muerte ocurrida el año pasado debido a un paro cardiaco.
Su link https://ciopm2020.wixsite.com/ixtapa/
Con él, estabamos desarrollando un pequeño robot submarino, para determinar los microclimas en las fosas ubicadas en el estado de Guerrero
La conferencia se alargó por espacio de dos horas y media; originalmente debía ser de una, pero el interés de los estdiantes, y una lluvía de preguntas hizo amena, corta, generando una segunda conferencia al día siguiente bajo el tema de ” Los vectores como sistemas complejos”, la cual está enfocada al cambio climático y vientos en nuestro planeta; explicando cómo obtuvieron el premio Nobel de Física 2021, Otorgado a Syukuro Manabe, Klaus Hasselmann y Giorgio Parisi.
Finalizaba indicandoles que vamos del aula, al laboratorio,a realizar trabajo de campo; lo difícil que fue durante la pandemia continar con algunos proyectos, y de la reinvención que hicimos para continuar, del como desarrollamos otras habilidades, descubrimos talentos, además de conocer gente nueva, amigos, colegas para hacer redes virtuales e intercambiar conocimientos.
Antonio Machado tenía razón, “caminante no hay camino, se hace camino al andar”.
Agradecemos las atenciones ofrecidas a la Escuela General Anaya, y en especial a su Coordinadora Académica de Bachillerato, Lic. Luz Adriana Camacho Reyes.