Los terremotos han sido eventos catastróficos que han afectado a la humanidad desde tiempos inmemoriales. En las culturas mesoamericanas, estos fenómenos también fueron objeto de mitos y leyendas que intentaban dar explicación a su origen y significado. En este artículo de divulgación, exploraremos algunas de estas historias mitológicas sobre los terremotos en las culturas mesoamericanas, abarcando desde los tiempos precolombinos hasta el periodo colonial.
Los antiguos mesoamericanos veían los terremotos como señales del enojo de sus dioses. Esta creencia se manifestaba en diversos mitos y relatos que trataban de explicar las causas y consecuencias de los temblores de tierra. Uno de los mitos más conocidos es el de la creación del mundo según los aztecas. Según esta historia, el dios Quetzalcóatl y el dios Tezcatlipoca habían creado a los hombres a partir de huesos de los antiguos seres que habitaban la tierra. Sin embargo, en su primera creación, estos seres fueron destruidos por un terremoto y sólo sobrevivieron los gigantes, quienes terminaron siendo expulsados al cielo y convertidos en las estrellas.
En la cultura maya, los terremotos también fueron vistos como manifestaciones divinas. En el Popol Vuh, el libro sagrado de los mayas, se relata la historia de los dioses Huracán y Xpiyacoc, quienes crearon a la humanidad a partir del maíz. Sin embargo, los dioses estaban insatisfechos con los seres humanos y decidieron destruirlos con un gran diluvio y posteriormente con terremotos. Fue hasta que crearon a los seres humanos de maíz, quienes se mostraron agradecidos y respetuosos con los dioses, que se detuvieron las catástrofes naturales.
Otro mito popular sobre los terremotos en la cultura mesoamericana es el de Coatlicue, la diosa de la tierra y la fertilidad para los aztecas. Según esta leyenda, Coatlicue tenía un collar de manos, cráneos y corazones humanos. Un día, mientras barría los escalones del templo, encontró una pluma preciosa que decidió guardar. Sin embargo, los dioses se enteraron de esto y se enojaron, enviando un terremoto para castigarla. En ese momento, Coatlicue quedó embarazada de Huitzilopochtli, el dios de la guerra, quien cortó la cabeza de su madre para liberarla y vengarla del castigo divino.
En la época de la Conquista, los terremotos también fueron objeto de mitos y creencias entre los indígenas. Por ejemplo, en la cultura nahua se creía que los terremotos eran el resultado de la lucha entre dos dioses, Tláloc, el dios de la lluvia, y Huitzilopochtli, el dios de la guerra. Estos dioses se enfrentaban en el subsuelo, causando los movimientos telúricos en la superficie.
En resumen, las culturas mesoamericanas desarrollaron diversas historias mitológicas para explicar los terremotos. Estas historias reflejan la visión de los antiguos mesoamericanos sobre la naturaleza y su relación con los dioses. Aunque hoy en día la ciencia ha explicado los terremotos como fenómenos tectónicos, estas historias mitológicas aún se mantienen presentes en la cultura de la región como parte de la tradición oral y fuentes de conocimiento sobre el pasado.