LAS TRES LEYES DE LO ANTINUCLEAR Y UN BONSAI.

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Por: Dr. Jesús Francisco Carpio Mendoza.

Estamos por llegar a los 76 años, en donde la humanidad fueron testigos indirectos de dos acontecimientos increíbles, fuera de toda imaginación.

Corría 1945, el mundo seguía inmerso con las fotos y testimonios de los sobrevivientes a los campos de concentración Nazi, los cuales, eran verdaderas historias de horror, con marcas visibles en el cuerpo, y un número en el brazo, para no olvidar.

Con la rendición alemana en puerta, los aliados dirigian sus ojos hacia Japón, quienes segúian en guerra.

Conforme se acercaban a la Gran Isla, la resistencia era más feroz, cruel y sanguinaria; digna de los modernos samurais.

Pero muy en el interior de la Inteligencia Norteamericana, se fraguaba un plan para terminar la guerra de un solo golpe.

Con el experimento Filadelfia o Arcoiris fallido, en donde no pudieron teletransportar un destructor, de un sitio a otro, ni tampoco hacerlo invisible al radar; se esfumaron los planes de aparecer en plena Bahía de Japón, y lanzar una ofensiva aplastante, para vengar a Pearl Harbor.

Una Gran Base Secreta en los Álamos, un proyecto denominado ” Manhattan”, que competía con los Alemanes  con ” Uranio” y Rusia con ” Borodino”, nombres denominados a los comités para el desarrollo de una Bomba.

Por ser una ciencia nueva, las distintas Universidades Norteameircanas, avanzaban en sus investigaciones pero les limitaba la tecnología y el poder compartir sus descubrimientos.

Con una ventaja en años, los alemanes, pudieron estar más cerca de desarrollar una Bomba Atómica,pero el material a usar Uranio, era escaso, en algunas partes del mundo.

La historia, la conocemos en partes:

Un submarino aleman U 234 con dos asesores militares japoneses, partieron hacia Japón con el fin de llevar Uranio, y que el Imperio del Sol, cooperara para desarrollar una Bomba; esto debido a la cercanía de los aliados a Alemania.

El U 234 se rindió a las fuerzas aliadas, despues de la capitulación alemana, confiscado, y no se dió a conocer el hecho hasta tiempo despues, debido al material, ocupantes y asesores, que no eran nada comunes.

Los Rusos llegaron a Berlín y durante la batalla, lograron confiscar y llevar a Moscú, un cargamento muy valioso 250 kilos de uranio metálico, 3 toneladas de óxido de uranio y 20 litros de agua pesada y científicos.

Llegaron a decir que lograron sacr una Bomba Atómica Nazi, denominada:  Uranbombetype II.

Pero mientras esto sucedía en los Estados Unidos de América, del otro lado en Japón, a tres kilómetros de donde caería la primera bomba atómica, la familia Yamaki, cuida con empeño, a un bonsai, traido de una de las islas del norte, curiosamente es donde surge el Feng Shui.

La tradición japonesa dice, “quien cuida un Bonsai, tiene asegurada la eternidad“.

La edad del Bonsai era de 390 años en ese momento, quien, paciente, tranquilo, ve pasar los días, angustias, bombardeos, risas, llantos, y cuanta noticia buena o mala llegue a la casa.

Pero, el final se acerca,  pruebas atómicas, ponen los ánimos a la alza; ¿ cuáles son los efectos de la readiación en un cuerpo humano?

Si la prueba fue en el desierto, que pasaría con las ciudades?

Los dias 6 y 9 de agosto en el año 1945, fueron la respuesta.

El registro fotografico llevado y mostrado a traves del tiempo, no deja lugar a la duda, la potencia al mayor de sus límites.

El nombre de Hibakusha, se le da al sobreviviente del 6 y 9 de agosto; pero hubo dobles Hibakushas, según los registros, perosnas que huyeron rumbo a Nagasaki, despues que Hiroshima quedó destruida.

Pero nuestro heróico Bonsai, resistió al bombardeo y cosa curiosa, nadie de la familia murió.

Poc tiempo despues, de estos sucesos lamentables e históicos, se firma la rendición de Imperio Japonés, ante las Autoridades Norteamericanas; el Emperador Hiroito, representante de la Nación, firma el acuerdo, de donde surgen los “Tres principios antinucleares”, que le prohibían poseer, fabricar e introducir armamento nuclear a Japón.

Cosas ilógicas para un pais que empezaría de cero, y con una colonización nortemaricana; los primeros sistemas de calidad fueron impartidos por los mismos estadounidenses en Japón; quienes ahora, van a la vanguardia en Calidad con sus 12 “S” japonesas.

La historia termina con una Guerra Fría que dura 45 años, entre dos potencias, bloques, grupos; OTAN y Pacto de Varsovia.

Un equilibrio atómico, amenaza constante, peligro inmediato, plasmado en programas de televisión, películas de lo que pudo ser, y afortunadamente nunca sucedió.

Pero, al terminar esta Guerra Fría, los espias regresan a casa, los ejerccios militares, fronteras de dos colores, se trasnforman en un mapa con muchos más colores que el mismo arcoiris.

La duda al día de hoy, es donde pondremos la basura nuclear?

Hacia 1965, se hizo una mini prueba nuclear en el espacio, y determinaron que se podía sacar a un planeta de órbita, causando un billar interplanetario de magnitudes apocalípticas.

Para evitar esto, se firma un tratado de no pruebas atómicas en el espacio.

Seguimos con una cantidad de basura, en donde hace algunos años, unos balines radiactivos, se cayeron de un contenedor, en pleno desierto; donde al paso del tiempo, se ubicó una constructora, contaminando varilla; la cual se usó para construir casas.

Las paredes mataban, y la consecuencia en el ser humano se hizo sentir rápido, era 1984.

Afortunadamente, solamente unos cuantos paises tienen tanta basura nuclear, pero no saben que hacer con ella, ya que su vida útil puede ser hasta de 400 años.

No hay alfombra para esconde abajo de ella.

Chernobyl, Fukushima, son avisos, ¿de qué tamaño queremos la siguiente Hiroshima o Nagasaki?

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