Apunte diario sobre letras hipnóticas: Marilyn Monroe, Entre el Mito y la Realidad*

(16 de agosto de 2024. Por Arturo David URDIALES)

Marilyn, sencillamente Marilyn.

Los estándares de belleza han cambiado tanto en los últimos 50 años que resulta impensable la existencia de Marilyn sin operaciones estéticas, sacada de grasa corporal con bisturí he implantes de silicón, y pues no, Monroe es y fue un ícono de la belleza, naturalita, sin una intervención estética, sin bisturí.

No existía en concepto “buchona”.

En efecto, “los hombres las prefieren rubias” frase y película que da a entender un sarcástico estereotipo ligado a la falta de inteligencia, en Marilyn no aplicó, si capacidad de inteligencia fue asombrosa.

Capítulo 1: La Vida y la Obra de un Icono.

Marilyn Monroe, nacida como Norma Jeane Mortenson el 1 de junio de 1926, es una figura que trasciende la pantalla y se convierte en un mito. Su ascenso en Hollywood es la historia de una mujer que, enfrentando una infancia difícil y una vida llena de adversidades, logró forjarse un lugar en el olimpo de las estrellas. Monroe no solo fue un símbolo sexual de los años 50, sino también una actriz con un profundo talento dramático, a menudo subestimado por la industria. Películas como Some Like It Hot y The Seven Year Itch no solo la catapultaron al estrellato, sino que también revelaron su carisma, vulnerabilidad y habilidad actoral, características que la definieron tanto en su vida profesional como personal.

Capítulo 2: Albert Einstein y la Conexión Mexicana.

Uno de los aspectos más fascinantes de la vida de Marilyn Monroe es su inesperada amistad con Albert Einstein. Aunque la historia a menudo se presenta en el borde de la especulación, lo que es cierto es que Monroe tenía una mente curiosa y un intelecto que iba más allá de lo que sus roles en la pantalla podrían sugerir. Se dice que compartieron correspondencia y que Monroe admiraba profundamente a Einstein, no solo por su genialidad científica, sino también por su capacidad para desafiar las normas sociales y sus reflexiones sobre la humanidad.

Por otro lado, la conexión de Monroe con México no era solo anecdótica, sino profundamente personal. Su madre, Gladys Pearl Baker, nació el 27 de mayo de 1902 en Piedras Negras, Coahuila, y aunque Gladys se estableció en Los Ángeles, Marilyn nunca perdió el lazo con la tierra de su madre. Hablaba perfecto español y realizó varios viajes a México, específicamente a Puerto Peñasco, Sonora y Ciudad Juárez, Chihuahua, donde finalizó su divorcio de su tercer esposo, el escritor Arthur Miller. Estos viajes no solo muestran su conexión con la cultura mexicana, sino también un vínculo emocional que la llevó a redescubrir una parte esencial de su identidad.

Capítulo 3: Frases Célebres, Reflexión sobre la Belleza y el Destino.

Marilyn Monroe es recordada no solo por su apariencia deslumbrante, sino también por su ingenio y sabiduría reflejados en varias de sus frases célebres. Entre las más famosas están:

– “La imperfección es belleza, la locura es genialidad y es mejor ser absolutamente ridículo que absolutamente aburrido.”

– “No me importa vivir en un mundo de hombres, siempre que pueda ser una mujer en él.”

  • “El éxito hace que mucha gente te odie. Ojalá no fuera así. Sería maravilloso disfrutar del éxito sin ver envidia en los ojos de los que te rodean.”

Estas citas no solo revelan su aguda percepción del mundo, sino también su capacidad para articular las complejidades de la vida con una sencillez impactante. Su belleza, a menudo vista como una bendición, también fue su maldición. En un mundo que la adoraba por su apariencia, Monroe luchaba con la carga de ser comprendida más allá de su físico.

El dicho “origen es destino” resuena profundamente en la vida de Marilyn. Su origen, marcado por las adversidades de una madre ausente y una infancia difícil, moldeó en gran parte su destino. Aunque logró superar muchos de los obstáculos que su origen le impuso, nunca pudo escapar del todo a la sombra de su pasado. Su conexión con México, un país que siempre mantuvo cerca de su corazón, y su lucha interna por ser más que una cara bonita, nos muestran que su destino estuvo en constante lucha con las expectativas y las realidades de su vida.

Marilyn Monroe nos recuerda que, aunque el origen puede marcar el camino, el destino se construye a partir de las decisiones y las luchas personales. Su legado sigue vivo no solo por su impacto en el cine, sino también como un símbolo de la complejidad humana, donde la lucha entre el origen y el destino es una constante que todos enfrentamos.

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