Los beneficios del futuro a la salud de los vehículos autónomos, ¡gracias IA!

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por Grayson Brulte, Co fundador y Presidente de Brulte & Company

En el futuro, los vehículos autónomos no sólo evitarán muertes por error humano. Un vehículo autónomo le redireccionará a un hospital si un conductor tiene un ataque al corazón o un derrame cerebral, aumentando en gran medida las posibilidades de salvar su vida y la de otros en el camino.

Estadísticamente, el interior de un vehículo es uno de los lugares más peligrosos para un ser humano. Pero gracias a la IA y su capacidad de detectar los signos vitales de un conductor, puede convertirse en uno de los más seguros.

Los accidentes de tráfico constituyen la segunda causa de muerte para personas entre los 5 y 29 años y la tercera para personas entre los 30 y 44 años en el mundo.

Cada día en los Estados Unidos 4.110 ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares ocurren, o aproximadamente 1,5 millones cada año. Los conductores en los Estados Unidos en promedio hacen 1.1 mil millones viajes por día. Esto significa que, aproximadamente cada 733 viajes tomados, un conductor podría experimentar un ataque al corazón o accidente cerebrovascular, mientras se encontraban detrás del volante. Como referencia, la tasa de fatalidad por siniestros viales en la región se incrementó 20% en la primera década del presente siglo, pasando de 14,75 personas por cada 100,000 habitantes en el año 2000 a 17,68 personas en 2010, según la CEPAL.

Esto representa un riesgo real para todos los que se meten en un coche. Si un conductor tiene un ataque al corazón o un derrame cerebral, las probabilidades de que pierdan el conocimiento y se pongan en peligro a sí mismos, los pasajeros, otros conductores o peatones es muy probable.

Estos riesgos se reducirán en gran medida, si es que no se eliminan, mediante la introducción y adopción generalizada de vehículos autónomos de nivel 5. Hoy en día, ya estamos empezando a ver los beneficios con vehículos semi-autónomos como los Tesla.

Este año, un individuo que conducía en una autopista en Missouri sufrió una embolia pulmonar y manualmente reencaminó el vehículo con el piloto automático al hospital. El piloto automático semi-autónomo le salvó la vida, y en el futuro, los vehículos totalmente autónomos ahorrarán una cantidad tremenda de vidas.

Este es sólo el primer paso. En el futuro, los vehículos autónomos serán capaces de detectar comportamientos como el movimiento del cuerpo, la temperatura o incluso el aumento de la respiración.

Si un pasajero siente dolor torácico o entumecimiento, será capaz de comunicarse con su vehículo autónomo a través de un asistente de voz inteligente, simplemente diciendo una palabra fácil o frase como “ayuda”.

A través de la inteligencia artificial y las capacidades de aprendizaje profundo, el vehículo autónomo comprendería el problema (en parte debido al tono del conductor y los movimientos del cuerpo) y podría enviar un mensaje al hospital más cercano de que un paciente en peligro está llegando pronto.

El personal médico del hospital sería capaz de rastrear la ubicación del vehículo autónomo y comunicarse con el pasajero. Tras la llegada del vehículo a una zona de emergencias destinada a los vehículos autónomos, el personal médico estaría esperando para atender al pasajero.

Además, dado que el vehículo autónomo tomaría el control del volante, otros conductores y peatones en la carretera no se habrían puesto en riesgo.

Éste es el futuro. Un futuro con vehículos autónomos que salvarán vidas, mejorarán la movilidad y reducirán riesgos y emergencias al conducir.

Grayson Brulte es cofundador y presidente de Brulte & Company, una compañía de consultoría en innovación que diseña estrategias de innovación y tecnología para un mercado global.

Todas las opiniones expresadas son las del autor.

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