Apunte diario sobre letras hipnóticas

Día capicúa

24 de abril de 2024

Palabras que dirige Arturo Vásquez Urdiales, en la celebración de Tlaloc, Dios de la lluvia, en la terraza del Senado de la República.


Distinguidos Señores Senadores:

Estimado Senador Adolfo Gómez Hernández, Senador por el Estado de Oaxaca,
Senador Gabriel García Hernández, Senadora Maura Hernández Fernández, por el Estado de Tlaxcala, hermanos todos.

Bastones de Mando de nuestros pueblos indígenas por cada estado mexicano y bastones simbólicos:

Honorables señores Mexicanos:

Hermanos de nuestros pueblos ancestrales en el Pacto por Anáhuac.

Señoras y señores:

En el día sagrado donde el tiempo se refleja en sí mismo,
24 de abril, en el ciclo eterno de la existencia,
nos reunimos en la cámara del senado, templo de la justicia,
para honrar a Tlaloc, Señor de las nubes y la lluvia, en su magnificencia.



En el calendario azteca, su nombre resplandece,
como un faro en la oscuridad de la ignorancia humana.
Nos dirigimos a la corte celestial azteca con humildad,
buscando sabiduría en las lecciones del pasado y la guía divina.

¡Oh Tlaloc, que desde el Tlalocan derramas tus dones,
te invocamos en este momento crucial de la historia!
Que tus lágrimas de vida caigan sobre la tierra sedienta,
y que en cada gota germine la esperanza de un mañana mejor.

En este sagrado concilio de los Ancianos Mayores,
donde la experiencia ancestral se entrelaza con la innovación futura,
recordamos las palabras de Netzahualcóyotl, el poeta rey,
quien con sus versos nos enseñó el valor de la armonía con la naturaleza.

En esta encrucijada de tiempos antiguos y modernos,
los sabios de antaño se encuentran con los científicos de la era espacial.

La tecnología de la NASA se une a la sabiduría de *nuestros ancestros, en una danza cósmica de conocimiento y respeto por la tierra.

Sembramos maíz en los campos de la conciencia colectiva,
en lugar de cosechar la discordia y la destrucción.


Pues en cada grano de maíz vemos la promesa de vida,
y en cada hombre cultivado, la semilla de la esperanza perdurable.



Que el carbón, símbolo de un pasado oscuro y contaminante,
sea reemplazado por la luz radiante del sol y la fuerza del viento.

Que la fisión del átomo, como un *regalo de los dioses,
nos brinde energía limpia y sostenible para las generaciones venideras.

¡Oh Tlaloc, desde tu trono en las alturas,
escucha nuestras súplicas y haz llover sobre la tierra seca!
Que el maíz crezca alto y fuerte en los campos fértiles,
y que el hambre sea solo un recuerdo lejano en la memoria de la humanidad.

¡Oh Huizilopochtli, guerrero valiente y protector de tu pueblo,
guíanos en la lucha por un mundo más justo y equitativo!
Que nuestras acciones sean como flechas lanzadas al corazón de la injusticia,
y que la paz y la armonía reinen para siempre en nuestro amado México.

En el río de la vida, bajo el manto estelar,
susurra el viento secretos de la inmensa eternidad,
imploramos al cielo, al agua celestial,
que descienda con gracia y fecunde la tierra en su bondad.

Oh, néctar divino, fuente de la creación,
que fluye en arroyos, en torrentes y en el mar,
tú, que das vida a todo en tu generosidad,
te imploramos, oh agua, no tardes, no tardes en llegar.

Mas también miramos al átomo, al núcleo ancestral,
que guarda en su seno el fuego primordial, el fuego de Huizilopochtli,
en la fisión reside el poder sin igual,
de la energía limpia, del futuro sin igual, un futuro fuerte y firme, con agua limpia, sin par.

Y en el hidrógeno, tesoro celestial,
que brilla en los cielos con luz etérea,
en su pureza y fuerza encontramos tu deidad,
para alimentar el mundo con tu gran poder: Tlaloc, Dios del Agua!

Así, en este canto, unimos voz y alma,
a la petición del agua, al poder del átomo y al don del hidrógeno,
que en su unión sagrada, nos guíen hacia la calma,
y en el horizonte brillante, encontremos nuestro destino.

No sembremos hombres, sembremos maíz, no cosechemos tempestades, cosechemos vida, alegría, armonía, paz, bienaventuranza.

Hagamos leyes buenas y justas para preservar el planeta y eliminar el carbón.

Muchas gracias!.

¡Viva México!


Arturo

Discurso pronunciado en la terraza del Senado de la República, el 24 de abril de 2024, al término de la ceremonia por pedimento por el Agua, al Dios Tlaloc, con el Pacto por Anáhuac, y los senadores mencionados a los que agradecemos su positiva organización y presencia.

ATENTAMENTE

®
URDIALES ZUAZUBIZKAR FUNDACIÓN DE LETRAS HIPNÓTICAS A.C.

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