Cada uno de nosotros ha vivido la Pandemia de distintas maneras, y sobrellevado las cuestiones económicas derivadas de la misma.
Pero, los estudiantes de distintos niveles han demostrado las ganas que tienen para estudiar, tirarse a la flojera inmediata sin hacer nada, o bien combinar el estudio y trabajo para poder pagar una colegiatura.
Muchas de las plataformas son compatibles con los celulares o móviles, en donde una vez descargada, pueden ir a trabajar, conectarse para escuchar la clase mientras hacen sus labores.
Han pasado tres años desde aquel inicio de un proceso educativo muy acelerado de presencial a lo virtual, a tener que re-aprender, a convivir todos en casa, a compartir los espacios e internet.
Tengo algunos estudiantes que siguieron este método durante toda la Pandemia, sin bajar la velocidad en sus estudios; una de ellas es una joven Ingeniería Mecánica Automotriz cuyo nombre es Miriam; en su comunidad rural, solamente hay un ciber, y la situación económica se agravaba conforme pasaba el tiempo; renta, colegiatura, comida para tres hijos, su esposo y ella, en su último curso para egresar.
Con $ 50 pesos de tiempo aire a la quincena, para un par de llamadas, envío de trabajos por WhatsApp o email, ella culminó sus estudios.
Pero esta es una historia de tantas que hay en el planeta y no conocemos, tal es el caso de Indonesia.
Surakarta, se encuentra en la parte central de la isla de Java, en donde los jóvenes para recibir sus clases no era opción vía WhatsApp, cuentan con dos celulares por salón de clase, y se empeora la situación debido a que el dueño del celular es el padre de familia; el compartir es una opción escasa.
Al principio accedieron a usar un poco los celulares, no hay mucha infraestructura para internet; así que recurrieron a algo menos costoso…. A los walkie talkie.
Comenzaron a conseguir esos equipos con el apoyo de la Asociación de Radio aficionados de Indonesia, armaron una repetidora con otro radio de banda civil que aportaron, y establecieron una Red de aprendizaje rural.
Hoy continúan trabajando a sana distancia por este medio.
Cada docente sabe como se organizó para trabajar en esta Pandemia, el tiempo extra que invirtió en preparar una clase, revisar trabajos, tareas, exámenes, pasar calificaciones, asistencias y los trámites administrativos que le solicitaban.
Conoce de dar clase con las pantallas negras, de las excusas sobre internet, cámara, celular, corriente eléctrica, pagos de colegiaturas, justificantes, y lo peor de esto… las bajas.
Los Objetivos de Desarrollo Sustentable por sus siglas O.D.S., en el número 4, habla sobre Educación de la Calidad, en una frase “ Garantizar una Educación Inclusiva, Equitativa y de Calidad. Y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”.
Un proyecto personal y profesional (soy periodista científico), es el buscar historias que contar, las cuales hablen de valores, que impacten al lector.
Los docentes son héroes anónimos, termina el ciclo escolar, y continúan en su labor de familia, combinando el poco receso vacacional estudiando, preparándose para el nuevo inicio.
Me gustaría conocer ¿Cómo educó durante la Pandemia? en cualquier nivel educativo en las distintas latitudes de este planeta, si Usted quiere compartir, la problemática que vivió con la solución que aplicó, su mejor práctica docente, casos de éxito, favor de contactarme vía email (premio@tecnopia.org )
La idea es publicar estas historias, con el fin de que otros docentes puedan leer, implementar su estrategia, métodos, prácticas, organizando también sus propios casos de éxito.
El Claustro Doctoral Iberoamericano conjuntamente con el Colegio Iberoamericano en Ciencia y Tecnología, han generado un Premio Iberoamericano en Educación a las mejores prácticas educativas durante el Covid 19, comparto el artículo para mayores informes en el siguente link:https://tecnopia.org/premio-iberoamericano-en-educacion-las-mejores-practicas-educativas-durante-la-pandemia-covid-2020-2022/
Mi admiración y respeto a los docentes que continúan su labor, hacen frente a la problemática, pero sobre todo, cada clase se siente esa vibra que impulsa y motiva al estudiante a no faltar, a estar a tiempo, que impacta la vida de un ser humano, formándole en un ciudadano-profesionista- madre o padre de familia triunfador.
¡Gracias Profesores!
