Los estragos de la Pandemia han llegado a todos los sectores, y en esta ocasión se trata de uno de los componentes elementales para cualquier equipo de cómputo, desde sistemas embebidos (Como las computadores de los electrodomésticos y automóbiles) hasta equipos de cómputo de hogares, oficinas, celulares.
El tema no es cualquier cosa, dado que si entendemos que las producciones de nuevos sistemas de cómputo se basan en gran medida de la capacidad de los equipos de cómputo, sus procesadores, chips y demás, nos damos cuenta de que es un tema serio que va a complicar, el avance de nuevos productos que se han pensado poner en manos de los consumidores, debido, precisamente a la falta de componentes para la producción de estos nuevos equipos.
¿Qué está pasando con los chips?
Hay desabastecimiento de chips en muchos sectores industriales. Y sin chips, actualmente, resulta imposible la fabricación de muchísimos productos: consolas, automóviles, electrodomésticos… Se ha llegado al extremo de que haya fábricas que están parando. ¿Qué es lo que pasa?
Un millón de automóviles menos
La Asociación Europea de Proveedores de Automóviles calcula que en Europa se van a fabricar 500.000 vehículos menos por la falta de chips (llamados también semiconductores), imprescindibles para numerosísimos detalles del funcionamiento de un automóvil o camión. Según otros cálculos, serían un millón de autos menos a nivel mundial. En España, gran potencia europea de la automoción, hay varias fábricas que han detenido temporalmente su actividad.
Cuando la PS5 no se encontraba
Hace unos meses hubo problemas para adquirir una PS5. Se sumaron varios factores que hicieron difícil su fabricación y uno de ellos fue, efectivamente, la escasez de chips. Pero ¿dónde se fabrican? Y ¿por qué precisamente faltan ahora?
China y Taiwan no producen lo suficiente
La producción mundial de chips o semiconductores está radicada en China y Taiwan, mayoritariamente. Corea del Sur también tiene cierta potencia en ese sector. Pero, por ejemplo, hasta el 70% de los chips para automóviles se fabrican entre China y Taiwan. Y no son capaces, ahora mismo, de producir suficiente.
La demanda mundial se ha disparado
Las razones para esta incapacidad de producir chips en número adecuado son varias: una de ellas es cómo se ha disparado la demanda de semiconductores. El confinamiento y el teletrabajo han hecho que el consumo de productos tecnológicos se haya multiplicado. Y todo producto tecnológico necesita chips.
La pandemia varió las cadenas de abastecimiento
Además, durante la pandemia se derivó la producción de chips que iban hacia la industria del automóvil (que paró en seco su producción) hacia otros sectores. Y ahora desde Taiwan y China siguen abasteciendo a dichos sectores y dándoles prioridad frente a la automoción.
¿Está China guardándose chips?
Y luego está la correspondiente teoría de la conspiración (que puede contener, en este caso, parte de verdad) que asegura que China está quedándose con gran parte de la producción de chips para favorecer su propia industria frente a competidores mundiales.
El reto de no depender de los actuales productores
Lo cierto es que la industria mundial se ha percatado que no se puede permitir que la producción de semiconductores se concentre en el área asiática, mayoritariamente, y que no haya alternativa para momentos en que se exige mayor producción.
Recuperación explosiva
Vive el mundo un momento inédito. Tras haber detenido su actividad, se halla en una frenética recuperación económica que está yendo, incluso, más deprisa de lo planeado. Y ello está produciendo desajustes como éste de los chips.
Otro desafío: que no suban los precios de los chips
Añádase otra cuestión: resulta básico para la industria mundial que el precio de los chips no suba demasiado. Actualmente, ya es un producto caro. Si su precio crece, la rentabilidad de algunos sectores puede verse afectada.
Equilibrar la economía mundial
La crisis de los chips es otra demostración de cómo el mercado global tiene ciertos desequilibrios que, según algunos analistas, habría que subsanar. La concentración de producción en determinados lugares da lugar a problemas en situaciones de crisis.
La demanda de chips va a seguir creciendo
Sea como sea, lo único absolutamente cierto es que la demanda de chips va a ser creciente en los próximos años. La tecnología precisa, cada vez más, de estos elementos.
Para hacer frente a este futuro con hambre de chips, hay empresas como la taiwanesa TSMC, especializada en semiconductores, que ha diseñado un plan de inversiones para los próximos años que incluiría 100.000 millones dólares de inversiones en mejoras de producción. Samsung habla de invertir 31.000 millones a corto plazo en el mismo sentido.
Problemas hasta 2022
Algunos analistas creen que hasta 2022 no se ajustará el actual desequilibrio entre oferta y demanda de chips.
Problemas con nuevos modelos de smartphones
Los chips están haciendo que los nuevos modelos de smartphones vayan a retrasar su aparición.
Producción ralentizada
El gran problema es que, por culpa de la escasez de microchips, se vea afectada una recuperación económica que, con la vacunación masiva y los planes de ayuda de los gobiernos, estaba acelerándose. Veremos hasta dónde llega esta crisis de los chips.
Fuente_ MSN News