El Nuevo Petróleo…Datos Informáticos

634

Dedicado a Delta Raman Beta, Phegaso y al Prof. Manolo.

“La pérdida aleatoria de calcetines siempre es más probable que cree el número máximo posible de calcetines impares”. Ley de Murphy.

No hay duda de que los tiempos cambian y los avances tecnológicos apoyan a que se lleven a cabo en nuevos terrenos, cuyas soluciones son innovadoras.

Con la apertura de las rutas de la seda, especias y cacao, los aventureros, empresarios además de las personas que buscaban mejorar su condición económica partieron hacia rumbos mejores; el descubrimiento de metales preciosos generó una “Fiebre del Oro”-

Entre el siglo XVI y el siglo XIX, en distintas partes del planeta arribaron mineros, aficionados y personas que en la vida habían trabajado sacando metales.

El excavar o batear la arena, fueron métodos no contaminantes para buscar el metal más preciado… El Oro.

Para este mismo tiempo el “Oro Negro” también hacía su aparición.

Minas y pozos, aparecían en distintas partes en solitario o en conjuntos; formando compañías, los empresarios llenaban sus bolsas con ingresos no vistos.

Máquinas novedosas para extraer más mineral, petróleo se construyeron a una gran velocidad comercializándose rápidamente en varios lugares.

Pero ya se estaba gestando un proceso todavía mayor y cuyo impacto mayor es a principios del siglo XXI… Los Datos.

Un joven ingeniero en minas llamado Herman Hollerith, trabajaba en la oficina de Censo, y buscaba una manera sencilla y bastante practica para resolver los cálculos de los datos obtenidos.

Muchas de las preguntas se basaban en un sí o no; la respuesta aparecía un poco después al realizar un viaje en ferrocarril; percatándose cómo verificaba el inspector en donde le correspondía bajar al pasajero y verificar al nuevo.

La mecánica es muy simple pero ingeniosa; a cada pasajero se le solicitaba el boleto de abordar, y dependiendo en donde arribaba es la perforación que se le hacía. En cada estación, se les solicitaba el pase , comprobando la perforación o la falta del mismo (en el caso de que fuera nuevo pasajero) para perforar, y llevar las cuentas de cuantas personas bajan en cada estación.

El Ingeniero Herman Hollerith tenía la respuesta.

Los censos se efectuaban cada 10 años, tiempo suficiente para realizar la contabilidad de la información, procesarla y trabajar a toda velocidad con el fin de entregarla antes del siguiente.

Comenzó a hacer pruebas en una tarjeta de cartón, colocando a distintas alturas perforaciones, cuya lectura sea rápida; pero se tenía que automatizar la operación, así que se construye la primera máquina perforadora o también conocida como tabulador electromagnético.

Las tarjetas perforadas eran de 80 y 96 columnas, en donde perforada es un dato (1), no perforada, no dato (0).

Curiosamente también se funda la empresa Computing Tabule Recording Corporation (C.T.R.), cuyo nombre se cambia posteriormente a IBM.

El éxito inicia al perforar 56 millones de tarjetas en 3 años con datos censales.

Al año siguiente, se le agregó la función de sumar, lo que dio un impulso mayor a este invento al incorporarlas a las empresas de Ferrocarriles, Salud, Censo, Ejército, Agricultura, etc.

Curiosamente el telégrafo usaba también perforaciones tales como puntos y rayas codificando el abecedario además de los números; recorriendo largas distancias por medio de cables o sin ellos, estableciendo así una comunicación el tiempo real.

Inicia la primera guerra mundial, y gracias a la información versada en un plan diseñado por Alfred Graf von Schilieffen pretendía derrotar a Francia en siete semanas.

Un ataque alemán en la frontera con Francia, movilizaría a las tropas a repeler a lo invasores; dos ejércitos o alas, pasarían por los países bajos para impactar su flanco replegándolos hacia la frontera con Suiza, en donde hay una pared natural formada por las montañas y ahí terminaría el ejército francés.

¡Ese era el plan!, pero la historia fue distinta.

Con la etapa de posguerra, una oficina de Geopolítica se crea en Alemania, la cual cuenta con bastante información de sus países vecinos tales como caminos, puentes, población, fuerzas armadas; con esto desarrollan su plan de Guerra Relámpago en Europa.

La primera transmisión electrónica fue la inauguración de los juegos olímpicos en 1936, lugar Alemania.

Todos los documentales existentes están grabados en película, sin sonido; la pregunta era ¿cómo conjuntar imagen y sonido?

En este conflicto armado el uso de la tecnología, innovación y reingeniería tuvo su aplicación al máximo; por donde empezamos, con el radar, máquina enigma, criptografía, bombas rebotadoras, aviones con motores jet, tanques blindados o el avión controlado por radio frecuencia en la Operación Afrodita, aplicaciones en nuevas energías cuyas aplicaciones pasaron de militares a civiles.

El contra espionaje, el uso de la matemática para descifrar los códigos enemigos, el gran apoyo de los indios navajos cuyo dialecto es desconocido para los japoneses.

Alan Turing hace lo propio con la máquina Enigma codificadora de los alemanes, cuya incógnita son las 5 palabras al final el mensaje.

El surgimiento de la electrónica, comenzó a miniaturizar los sistemas analógicos, siendo un elemento importante para controlarlos dispositivos mecánico-eléctricos.

Discos de vinilo – acetato almacenaban canciones, las primeras cintas de audio con saludos desde casa a los soldados, grabaciones de pruebas de vuelo, el cine sonoro comienza, y la tecnología reduce tamaños de equipo, es la Guerra Fría o de espías.

La informática solamente tenía aplicaciones científicas, sin ambiente agradable, se tenía que programar; es decir, hacer un listado de instrucciones en inglés, en donde Repite, Interpreta y Ejecuta (R.I.E.) lo solicitado en un programa.

Cada programa tenía sus limitantes, no podíamos graficar de forma inmediata, los datos se ingresaban de forma manual.

El sistema de almacenamiento eran cintas con ferrita en donde se guardaba la información, muy pesadas y bastante grandes.

Una versión personal, equivale a tener una grabadora de cintas, conocida en los ochentas como casetes, en donde presionábamos play y rec para guardar el programa, estando siempre atentos al contador para saber en qué número iniciábamos a grabar y en donde terminaba.

Los disquetes, fueron llegando al principio en dos tamaños: 8 pulgadas que equivale a una libreta profesional, y 5 un cuarto, más pequeño.

Por ser de plástico o cartón como les decíamos, no tenían ninguna protección al subir al metro, ascensor o pasar por un campo magnético porque borraban la información sin poderla recuperar.

La información ya comienza a ser electrónica, transportable y ligera.

Pero distaba algo de tiempo el poder tener toda una base de datos fácil de llevar como el directorio telefónico, la Enciclopedia Británica o Hispánica en un disquete.

Las calculadoras electrónicas ya estaban en un reloj de pulsera, y causaban sensación.

Una regla de cálculo por una calculadora científica, con operaciones integradas y display para mostrar el resultado.

Hubo una marca de calculadora en los 70’s que era capaz de transmitir los resultados vía infrarrojo a la distancia de un metro a otro dispositivo igual y los sensores encontrados uno frente al otro.

La información siempre se ha generado, pero ¿cuántas personas se dedican a analizarla?

Con el paso del tiempo, la portabilidad de la tecnología conjuntando la rapidez de las comunicaciones inalámbricas, forma un gran caudal que no se detiene estando vigente los 365 días las 24 horas.

Brincos cuánticos del disquete al disco láser, al CD rom que eran de varios colores; rojo, verde, amarillo y el azul, la información transmitida por un rayo láser y almacenada en una superficie de color, que en este caso el azul es el mejor.

Un láser enviando información.

Memorias USB, capaces de almacenar información electrónica, aumentando su capacidad y reduciendo el tamaño físico.

Cabe señalar que todo el internet cabe en un bolígrafo. ¿Duda Usted de esto? Le comento que toda la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos en donde físicamente existen 17 millones de libros y 95 millones de mapas, manuscritos, fotografiás, películas, grabaciones de audio, grabados y dibujos, se digitalizo en 1994; pero durante la Guerra Fría, tenían la idea de hacerlo en un dispositivo en forma de canica, que al colocarlo en un lector especial podrían acceder a toda la información; estaban previniéndose de un ataque nuclear.

Pero el ser humano está acostumbrado a la sistematización y procesamiento numérico, crea métodos para la determinación de las pequeñas pistas que conllevan a una gran beta de información.

La Probabilidad y Estadística van en los algoritmos matemáticos, analizando, escudriñando o como dice un excelente amigo “le quitan la paja, dejando pura calidad”.

Al día de hoy tenemos celulares que son más pantalla, mejor resolución, más inteligentes, y de una calidad enorme; el paso del gran celular, bastante pesado, antena larga, propició un cambio de tamaño, peso, mejoría en la recepción, lo que posteriormente fue quitar teclado por pantalla, agregarles color a los iconos, vincularlo a Internet y sus aplicaciones, aumentar la memoria, conectarlo a la nube, redes sociales hasta llegar a lo que tenemos hoy en día.

El Covid 19, genera tanta información, que existen algunos sitios web capaces de concentrar todo lo que sucede en tiempo real nos guste la lectura o no.

Pero surge la duda ante esta gran revolución minera informática de datos:

¿Cuál es el conocimiento que perdemos con la información, y cuál es la información que perdemos con el conocimiento?

¿Qué opina mi estimado lector?

Publicidad