Determinación de campos magnéticos en los volcanes, y detección de la presencia de Muones en los mismos.

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Por: Dr. J Jesús Francisco Carpio Mendoza.

Hacia el 2006, se llevó a cabo un experimento en el Instituto de Física de la Universidad de Guanajuato (I.F.U.G), hoy División de Ciencias e Ingenierías (D.C.I), efectuado por el Dr. Gerardo Moreno López y su servidor como colaborador lejano.

Esto surge a una pregunta que hiciera el Dr. León Lederman, premio Nobel de Física en 1988; cuando descendía de la pirámide del Sol en Teotihuacán, “¿Ya le hicieron la prueba de Álvarez a esta pirámide?”; la respuesta inmediata fue negativa.

En 1978,  Luis Álvarez, un físico español, realiza la prueba para detectar partículas cósmicas denominadas “MUONES”, que caen desde el espacio libremente, y al ser procesadas, se puede determinar las cavidades existentes en lugares cerrados sin la necesidad de perforar y destruir un monumento histórico.

Cuarenta años después, se han descubierto más áreas nuevas en esta pirámide utilizando los MUONES para mapear, cuyos resultados fueron registados en un articulo por el periodico El País bajo el título “Partículas llegadas del espacio desvelan un ‘gran vacío’ dentro de la pirámide de Keops”.

En ese 2006, se desarrolló un electroimán usando una olla tamalera, con el fin de poder captar los muones, que caían hacia el techo del Instituto, donde en su parte alta se colocó una antena, para canalizarlos, detectarlos en un circuito electrónico montado en un protoboard, el registro se llevaba acabo en QBASIC descargado en una laptop 486.

Esto es lo que me interesaba, la sencillez y belleza del proyecto, programar en QBASIC es interesante, pero el arreglo de los algoritmos para almacenar los datos era un misterio.

El archivo se abría y cerraba cada “n” tiempo, observando en pantalla la cantidad de muones que existían en ese momento.

Fue interesante observar la cara de los estudiantes quienes con asombro preguntaban, ¿y eso qué es?, ¿ a poco es un experimento?, y muchas más cuestionamientos que realizaban sobre esa ” Olla Tamalera”, la cual estaba ubicada en una pequeña área en edificio donde se ubica el laboratorio.

Con el avance de la tecnología, ese protoboard con circuitos, capacitores, resistencias, transistores, etc, se ha simplificado a una tarjeta programable ” ARDUINO”, un sensor para medir el efecto Hall, y una resistencia.

Con mis estudiantes nos hemos dado a la tarea de “Determinar lo campos magnéticos en  volcanes, y detectar la presencia de Muones en los mismos”.

Es decir; en vez de olla tamalera, usamos el propio volcán, que produce un campo electromagnético natural,  y colocados en un arreglo geométrico en la circunferencia del cráter los sensores pueden detectar el campo electromagnético, y por ende la actividad existente de los Muones.

La transmisión de datos se hará al puesto de monitoreo del volcán en cuestión más cercano mediante un enlace fotónico (láser).

La pandemia ha retrasado los planes para poner a prueba los prototipos, pero seguimos estudiando, adaptando algunas nuevas tecnologías, derivando así en otras aplicaciones tales como medición de rayos UV en tiempo real, organizado en un arreglo topológico de anillo, en cuyo centro se podrá captar la información, trasladandola a una computadora para visualizar y graficar los datos obtenidos; para lo cual estamos trabajando con linux hoy en día.

Los lugares de pruebas, ya están ubicados, son seguros, no hay riesgo; veremos si hay algun señal fuera de lo común, algún patrón que nos indique si estamos en el camino correcto o no.

Y todo esto, gracias a un proyecto que inició en una ” Olla Tamalera”.

¿Qué opina mi estimado lector?

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