Artemisa, Orión y los espejos en la luna.

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Por: Dr. J Jesús Francisco Carpio Mendoza

Comisión de Divulgación Científica

Fundación Acercándote al Universo. ( F.A.U.)

Formación de Talento Aeroespacial.

Colegio Iberoamericano en Ciencia y Tecnología.

Artemisa, una diosa griega conocida en roma como Diana; además era la gemela de Apolo; tenía varios atributos; de la caza, del terreno nuevo o virgen, de la luna, protectora de las madres con mucha descendencia.

Por su parte Orión, fue hijo de Poseidón, uno de sus dones fue caminar sobre el agua, y ser un gran cazador, junto a su fiel perro Sirio, tuvieron muchas aventuras.

Enamorado de Artemisa, su romance no tuvo un final adecuado, o feliz.

Hoy regresa al espacio Orión, como parte de la misión Artemis 1; la diosa siempre cuidando a nuestro experto cazador; como una nave de exploración a un viejo territorio, a uno que siempre está en el ojo de la pregunta ¿si llegamos a la luna?

Orión, va rumbo a la luna, con el fin de sobrevolar a nuestro satélite gris acercarse, tomar imágenes, sobrevolando la “Base Tranquilidad”, lugar en donde Neil Armstrong y Buzz Aldrin aterrizaran en 1969.

Interesante será el observar a “vuelo de pájaro” este sitio, tachonado de cráteres, manchas oscuras, como ceniza, recuerdos de alguna actividad volcánica lunar; me maravilla el ser un testigo virtual, hemos avanzado en tecnología, a tal grado que basta conectarse al internet, acceder al sitio de YouTube para convertirse en un tripulante más.

Leo el chat de las personas que nos encontramos en el Streaming Live; una tripulación internacional, intercambian comentarios y puntos de vista de lo vivido; todo desde la mesa en donde trabajo.

En algún lugar cercano a donde aterrizó el “Águila”, están como testigos silenciosos de la misión a la luna, se tratan de los espejos retroreflectores.

Platicábamos sobre proyectos y proponía volver a mirar a la luna, apuntar a los retroreflectores LR3 que dejaron las misiones apolo 11, 14 y 15.

Uno de sus principales objetivos es determinar si la luna se sigue bamboleando.

Hacia 1178, un domingo anterior a la fiesta de San Juan Bautista, donde 5 monjes de la Abadía de Canterbury, fueron testigos de un suceso increíble, en aquella tarde de verano… Fuego en la luna.

Según su relato, contado al cronista de la Abadía el Hermano Gervasio, historiador, entrevistados de forma individual todos coincidían con lo observado ese día en la tarde.

Esta historia queda como testimonio para una futura investigación con tecnología capaz de determinar si es verdad o mentira.

El funcionamiento del LR3 es similar al de un espejo, refracta la luz y la retorna al punto de donde fue generado.

Durante las misiones Apolo, se dedicaron a colocar estos Retroreflectores, para comprobar el relato y otros experimentos.

Curiosamente por su baja gravedad, los cráteres no desaparecen tan rápidamente, y la prueba es el denominado Giordano Bruno.

Con el láser, se demostró que la luna se sigue moviendo como el émbolo de una campana.

Mi propuesta es generar un prototipo para comprobarlo y así generar vocaciones científicas, quienes desarrollan nuevas tecnologías e ideas para lograr el objetivo.

Miremos hacia la luna, tan cercas y lejos a la vez.

¿Qué opina mi estimado lector?

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