En una pequeña sala de conferencias en la Universidad de Ginebra, dos periodistas científicos se preparaban para entrevistar a dos de las científicas más brillantes de su tiempo: Marie Curie y Mileva Marić. Ambas mujeres, pioneras en sus respectivos campos de la física y la química, habían aceptado gentilmente la invitación de compartir sus experiencias y consejos con las jóvenes científicas que seguían sus pasos.
Marie Curie, con su característica humildad, comenzó la entrevista diciendo: “Creo que el consejo más importante que puedo dar a las jóvenes científicas es que nunca dejen de aprender. El mundo de la ciencia está en constante evolución, y siempre hay algo nuevo por descubrir. Manténganse curiosas, pregunten, investiguen y no tengan miedo de cometer errores. Es a través de los fracasos que se aprende y se crece como científica”.
Mileva Marić, por su parte, agregó: “Además, es importante recordar que la ciencia no es un camino fácil. A menudo nos enfrentamos a desafíos y obstáculos en nuestro camino, pero es fundamental tener perseverancia y no rendirse ante las dificultades. Si realmente creen en su trabajo y en su capacidad para contribuir al conocimiento, siempre encontrarán una manera de superar cualquier obstáculo que se les presente”.
Las dos científicas compartieron también la importancia de la colaboración y el trabajo en equipo en la ciencia. Marie Curie mencionó: “La ciencia es un esfuerzo colectivo, y es crucial establecer colaboraciones con otros científicos para poder avanzar en nuestras investigaciones. Aprovechen todas las oportunidades de aprendizaje y de intercambio de ideas que se les presenten, y no tengan miedo de pedir ayuda cuando la necesiten”.
Finalmente, las dos científicas hicieron hincapié en la importancia de mantener un equilibrio entre la vida personal y profesional. Mileva Marić dijo: “Es fundamental cuidar de uno mismo y de nuestras relaciones personales, ya que una mente sana y equilibrada es fundamental para hacer un buen trabajo en la investigación científica. No descuiden su bienestar emocional, físico y mental, y nunca olviden quiénes son fuera del laboratorio”.
La entrevista concluyó con aplausos y agradecimientos por parte de las jóvenes científicas presentes, quienes se sintieron inspiradas por las palabras de Marie Curie y Mileva Marić. Con su sabiduría y experiencia, las dos científicas habían dejado una huella imborrable en las mentes y corazones de las futuras generaciones de mujeres científicas.
