Dedicado a: David Martínez, José Fernando Cuenca, Juan Edgardo Pacheco, José Manuel Juárez Vázquez, Fernando Hernández Calvillo, Rafael Pérez, Rey Enigma, Leonardo Adrián Carter y a Jerson Martínez (Ajedrecistas).
Por: Dr. J Jesús Francisco Carpio Mendoza.
Hoy 20 de julio, cuyo santoral menciona a San Bulmaro, se conmemora el Día Internacional del Ajedrez.
La historia de este popular juego ciencia, se remonta al siglo III a.C. en la India cuyo nombre era “Chaturanga”, y aparece en los textos del Majabharata.
La disposición de este juego, es en un tablero con 4 ejércitos, cada uno con:4 soldados, Rey, elefante, caballo y un barco.
El juego se movió por la ruta de la Seda, Especias y Cacao.
Pero existen historias sobre el ajedrez, tal es el caso del Rey hindú que pierde a su único hijo en batalla.
Cuenta la historia de un reino en donde todo era alegría, felicidad y prosperidad, el Rey, tenía a su hijo heredero al trono, una gota de agua, la misma imagen de su padre, pero en joven.
Las invasiones eran comunes, pero siempre salían bien librados de ellas con una victoria; hasta que un día un nuevo ejército apareció en el horizonte, y se enfrentaron en batalla.
Nuevamente se alzaron con la victoria, pero a un precio muy alto; el hijo del Rey había muerto.
De alegría a tristeza, de riqueza a pobreza, de días con muchos colores a un cielo gris, nada alegraba al Rey.
Su Visir, convocó a circos, malabaristas, cómicos, magos, a toda persona que tuviera algo para hacer reír al Rey; cuya recompensa era lo que el ganador pidiera.
Filas largas se hicieron afuera del palacio, todos con doble fin…hacer reír al rey y ganar.
En esta fila un joven Brahmán, esperaba turno, bajo el brazo, un tablero con cuadros de dos colores y una bolsa de cuero.
Pasaron las horas, y por fin, pudo ingresar al palacio, viendo al Rey, triste, aburrido, sin ánimo de nada.
Observó actos de magia, malabares increíbles, dinámicas graciosas, de las cuales generaban risas entre las personas de la corte, pero el Rey, callado, melancólico, con la mirada perdida en el vacío.
Finamente su turno, solicitó una mesa, colocando en el tablero las piezas cuyo orden explicaba al Rey la formación de un ejército, soldados al frente en la primera línea de ataque, en los flancos los elefantes (torres), seguidos al interior de la caballería (caballos), los consejeros (afiles), y en el centro el Rey y su Reina.
Las reglas del juego, los movimientos de cada pieza, la forma de quitarle piezas con contrincante.
Aperturas, combinaciones, jugadas en el centro del tablero y cierres, fueron parte del aprendizaje.
El tiempo pasaba, y nuestro monarca no se percataba de ello.
Poco a poco este aburrido Rey comenzó a interesarse por el juego, perdiendo al principio, empatando un par de veces hasta que ganó.
Los miembros de la corte fueron retados por el monarca, derrotando a cada uno en varias jugadas.
El tablero de ajedrez es maravilloso por su progresión exponencial, al igual que sus jugadas, me explico en los siguientes párrafos.
Viendo el Visir que el Rey ya no estaba triste mandó llamar al joven Brahmán y solicitó escuchar su petición como recompensa, a lo que respondió.
“Deseo que, en mi tablero de ajedrez, me des un grano en la primera casilla, dos en la segunda, cuatro en la tercera, ocho en la cuarta; así doblando la cantidad sucesivamente hasta llegar a la casilla 64”.
Llamaron a los matemáticos para realizar los cálculos, cuyo resultado era una cifra inimaginable, tan grande que la cantidad de granos formaría una montaña más alta por cien veces que el Himalaya.
La cantidad sumada de las 64 casillas da un total de 18 trillones de granos.
La nota curiosa e que hasta 1852 un matemático de Bengala Radnanath Skidar, clasificó al monte Everest como el pico más alto, contribuyendo así al Gran Proyecto de Topografía Trigonométrica que inicia el gobierno británico en 1802.
En el tema del ajedrez, tenemos que el número de jugadas es también exponencial, por ejemplo:
Las posibles partidas están en el orden de 10100.000
Las partidas típicas son aproximadamente 10120
La cantidad sumada de las 64 casillas da un total de 18 trillones de granos
En la primera jugada de las blancas existen 20 jugadas iniciales y 20 respuestas por parte de las negras, lo que da un total de 400 posiciones distintas en el tablero.
En un segundo movimiento nos genera 5, 362 posiciones distintas, tomando en cuenta piezas capturadas y obstrucciones.
Tras tres jugadas bajo las mismas condiciones de captura y obstrucción, existen cerca de 9 millones de posiciones.
La siguiente cifra es interesante por su cantidad de números y equivale al total de situaciones posibles en el tablero de 64 piezas; es decir de 8 por 8: 20,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000 = veinte septillones.
Existen muchos cálculos en ajedrez, como el jaque mate más rápido, el denominado mate loco en dos jugadas por participante.
El jaque mate más largo está registrado en 290 jugadas.
Cuando jugamos ajedrez nuestro Universo está limitado en una cuadricula de 8 por 8; 64 casillas en donde la imaginación aunada a la combinación de piezas da como resultado horas de entretenimiento, de paz, reflexión olvidando que sucede afuera; te atrapa en un vórtice para seguir jugando y aprendiendo.
“Me gusta el ajedrez porque es un buen descanso; hace trabajar la mente, pero de una forma muy especial.”
