México y el elemento 23.

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Dr. J Jesús Francisco Carpio Mendoza.

Revista Digital de Divulgación Científica y Tecnológica ” Tecnopia.org”

Periodista Científico.

Dedicado a mis estudiantes y colegas docentes.

En secundaria nos dieron a conocer una tabla con letras mayúsculas y minúsculas en latín, con el fin de aprenderlas, identificar sus características, usos en la industria, pero ninguna tenía la letra “J” como símbolo.

Si saliéramos a recorrer el planeta a recolectar los elementos de esta tabla en particular, serían 92, cuyos estados serían gas y sólidos, incluyendo el mercurio que en su estado natural es una roca.

Esta tabla al día de hoy tiene clasificados 118 nombres, de paises, planetas, cientificos (mujeres y hombres); distribuidos en 18 grupos y 8 periodos.

Entre todos los elementos hoy nos enfocamos a uno que fue descubierto en México; el número 23.

Su nombre tal vez fuera Eritrono, por su color rojo intenso, pero veamos su historia.

Localizado en la tabla periódica el Vanadio; nos dice que es un metal de color y brillo semejante al de la plata, con símbolo “V”, de número atómico 23, densidad 5.7 y se funde a los 1750 grados Celsius.

La historia comienza con Alexander Von Humboldt, naturalista y curioso viajero que visitó nuestro país, clasificando plantas, animales y minerales. Registrando en los primeros documentos con dibujos exactos de todo lo que pudo observar, tocar y oler. También se preocupaba mucho por la cuestión laboral de los mineros quienes subían 100 escalones todos los días en las minas para llegar a la superficie, pero su tamaño no era uniforme, más aún con la carga de varios kilos de roca, durante las largas jornadas de trabajo, eran mortales. Esto último lo observó en su estancia en Guanajuato capital, donde radicó por un mes.

Pero el Vanadio tal cual como lo conocemos, fue descubierto en la región minera de Hidalgo, en el municipio de Zimapan en el estado de Hidalgo; cuya etimología es de raíces nahoas, “cimate” y “pan”.

El cimate es una raíz que se utiliza para fermentar el pulque, por lo que se interpreta como “encima del cimate”.

Desde su fundación, una de sus principales actividades es la minería de donde se han extraido metales como: cobre, mercurio, argentita, plata, oro, zinkenita, wulfenita, galeana entre otros.

El mineralogista español y posteriormente nacionalizado mexicano, Andrés Manuel del Rio Fernández participó con el Real Seminario de Minería de la Nueva España, y hacia 1800, al revisar muestras de minerales de esta región, se percató de un nuevo mineral que no había visto, y mucho menos contaba con registro alguno.

Existe un registro para esta época llamado “Los elementos de Orictognosia”, esta palabra poco usual proviene del griego «ορυκτος» que significa desenterrado y de «γνοσις» conocimiento; su autor es el Científico Andrés Manuel del Rio Fernández, quien hacia 1795 daba a conocer sobre la mineralogía existente en la América Latina.

Contactó a su buen amigo Alexander Von Humboldt, y le compartió el hallazgo; se cuenta que las muestras cuyo destino es en Europa no llegaron.

La única muestra se sometió a revisión en Francia, cuyo dictamen fue…Cromo.

Este elemento se descubre varios años antes, debido a esto, Andrés Manuel del Rio Fernández, comenzó a desanimarse.

Más o menos 30 años después, se descubre en Suecia el mismo mineral por el Químico Nils Gabriel Sefström, cuyo trabajo estaba relacionado con minerales de Hierro.

Las noticias tardan en viajar de país a país, y de continente a continente; no se reconoció a Andrés Manuel del Rio como descubridor, ni tampoco de le cambió el nombre; ya conocido como Vanadio, en honor a la diosa de la belleza y fertilidad escandinava Vanadis.

Andrés Manuel del Rio Fernández, muere el 23 de marzo de 1849 en la ciudad de México a la edad de 84 años.

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