Esta semana terminó un curso sobre “Periodismo de datos para la seguridad ciudadana” oranizado por el Centro Knight para el Periodismo en las Américas y el Proyecto Regional PNUD Infosegura en alianza con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
El aprendizaje obtenido y las conferencias en línea han sido EXCELENTES, en mayúsculas por parte de las Instructoras: Sandra Crucianelli y Alejandra Monteoliva, a quienes agradezco mucho sus orientaciones. Este artículo de divulgación va dedicado a ellas, y a mis compañeros del curso. ¡Gracias por compartir!
El periodismo de datos ha venido ganando relevancia en los últimos años, convirtiéndose en una herramienta fundamental para analizar, investigar y presentar informaciones de manera más precisa y objetiva. En el ámbito de la seguridad ciudadana, esta práctica periodística se ha vuelto aún más indispensable en el siglo XXI, permitiendo un mejor entendimiento de los fenómenos delictivos y posibilitando estrategias más efectivas para su prevención.
El periodismo de datos en la seguridad ciudadana consiste en la recolección, análisis y visualización de información relacionada con los delitos, así como el contexto en el que ocurren. Esto incluye datos sobre la tasa de criminalidad, la distribución geográfica de los delitos, los perfiles de los delincuentes y las víctimas, entre otros. Estos datos se obtienen a través de fuentes gubernamentales, organizaciones no gubernamentales, académicos y otros actores relevantes, y se presentan en reportajes investigativos, infografías, mapas interactivos y otros formatos que permiten a los ciudadanos comprender mejor la situación de seguridad en su entorno.
Uno de los principales retos a los que se enfrenta el periodismo de datos en la seguridad ciudadana es la accesibilidad a la información. Aunque cada vez más instituciones gubernamentales y organizaciones ponen a disposición sus datos, aún existe una brecha importante en términos de calidad, actualización y facilidad de acceso. Los periodistas deben lidiar con la dificultad de obtener datos confiables y comparables, lo que limita el análisis exhaustivo y la producción de informes precisos.
Otro desafío es el procesamiento y análisis de grandes volúmenes de datos. El periodismo de datos requiere habilidades técnicas y conocimientos especializados para extraer información relevante de conjuntos masivos de datos. Esto implica una inversión en capacitación y tecnología por parte de los medios de comunicación, así como la colaboración con expertos en ciencia de datos y programación.
Además, el periodismo de datos en la seguridad ciudadana debe enfrentar el reto de la ética y la privacidad. Al tratar con información sensible, como los nombres de las víctimas o las tácticas utilizadas para combatir el crimen, los periodistas deben tomar precauciones para proteger la identidad y la seguridad de las personas involucradas. La publicación irresponsable de datos puede poner en peligro a testigos, víctimas o incluso a quienes investigan los delitos.
Asimismo, el periodismo de datos en la seguridad ciudadana debe ser accesible y comprensible para el público en general. La visualización de datos, a través de gráficos interactivos o mapas, por ejemplo, es una forma efectiva de transmitir información compleja de manera sencilla y clara. Es importante que los datos se presenten de manera contextualizada y en un lenguaje comprensible para que las personas puedan tomar decisiones informadas y participar en la discusión sobre las políticas de seguridad en su comunidad.
En conclusión, el periodismo de datos es una herramienta poderosa para abordar los retos en la seguridad ciudadana en el siglo XXI. Permite un análisis más profundo y objetivo de los delitos, así como una mejor comprensión de los factores que los rodean. Si bien existen obstáculos en términos de accesibilidad a la información, procesamiento de grandes volúmenes de datos, ética y privacidad, así como la necesidad de comunicar de manera comprensible al público, es fundamental seguir impulsando esta práctica periodística para fomentar la transparencia, mejorar la toma de decisiones y promover una participación activa de los ciudadanos en la seguridad de sus comunidades.
