9no. Foro Internacional en Sustentabilidad y Responsabilidad Social.

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“Las acciones que se hagan hoy, harán un mañana mejor”

La sustentabilidad y la responsabilidad social son dos conceptos interrelacionados que se centran en promover prácticas y comportamientos que tienen un impacto positivo en el entorno natural, social y económico. Ambos conceptos buscan garantizar un equilibrio entre las necesidades actuales y las futuras, fomentando un enfoque a largo plazo en la toma de decisiones.

  1. Sustentabilidad:
    La sustentabilidad se refiere a la capacidad de mantener un equilibrio duradero entre los sistemas naturales, sociales y económicos. Se basa en la idea de que las acciones humanas no deben agotar los recursos naturales más rápido de lo que pueden regenerarse, ni causar un daño irreversible al medio ambiente. Esto implica considerar aspectos como la conservación de la biodiversidad, la gestión responsable de los recursos naturales, la reducción de la huella de carbono y la promoción de energías limpias y renovables. La sustentabilidad también abarca aspectos sociales y económicos, como garantizar la equidad, la justicia y el bienestar de las comunidades.
  2. Responsabilidad Social:
    La responsabilidad social se refiere a la obligación ética que tienen las organizaciones (empresas, instituciones, gobiernos, etc.) de contribuir al bienestar de la sociedad y al desarrollo sostenible. Implica ir más allá del cumplimiento de las leyes y regulaciones, buscando generar un impacto positivo en la comunidad, los empleados, los clientes y otros stakeholders. Esto puede manifestarse a través de prácticas comerciales éticas, iniciativas de filantropía, programas de voluntariado, promoción de la diversidad e inclusión, y el cuidado del entorno natural. La responsabilidad social también implica la rendición de cuentas y la transparencia en las acciones y decisiones de la organización.

En resumen, la sustentabilidad y la responsabilidad social son enfoques esenciales en la actualidad para abordar los desafíos globales como el cambio climático, la degradación ambiental y las desigualdades sociales. Tanto las empresas como los individuos están reconociendo la importancia de adoptar prácticas sostenibles y socialmente responsables para garantizar un futuro mejor para las generaciones presentes y futuras.

El día de ayer 10 de agosto del 2023, se llevó a cabo el Noveno Foro Internacional en Sustentabilidad y Responsabilidad Social, organizado por la Cámara de Comercio México – Estados Unidos capítulo Guanajuato.

Propuestas muy interesantes para emplear y reducir la huella de carbono, crear una huella hídrica y el hidrógeno verde, los criterios ambientales, sociales y de gobernanza por sus siglas en inglés ( ESG: Enviromental, Social and Governance), se platicaban ayer en este Foro Internacional de las cuales les describo a continuación:

El hidrógeno verde es una forma de hidrógeno producida a partir de fuentes de energía renovable, como la energía solar o eólica, a través de un proceso llamado electrólisis del agua. En este proceso, la electricidad generada por fuentes limpias se utiliza para separar las moléculas de agua en hidrógeno y oxígeno. El hidrógeno resultante se considera “verde” porque su producción no emite gases de efecto invernadero ni produce contaminantes, a diferencia de la producción convencional de hidrógeno a partir de combustibles fósiles.

El hidrógeno verde es una alternativa prometedora a los combustibles fósiles en diversos sectores, como el transporte, la industria y la generación de energía. Algunas de sus aplicaciones incluyen:

  1. Transporte: El hidrógeno verde se puede utilizar en celdas de combustible para vehículos, lo que genera electricidad a medida que el hidrógeno reacciona con oxígeno del aire. Los vehículos de hidrógeno emiten solo vapor de agua como subproducto y ofrecen una alternativa de cero emisiones para reducir la contaminación del aire y el cambio climático.
  2. Industria: El hidrógeno verde puede utilizarse como materia prima en diversas industrias, como la química y la manufactura, para la producción de productos químicos y materiales importantes, reemplazando así a las fuentes de hidrógeno derivadas de combustibles fósiles.
  3. Almacenamiento de energía: El hidrógeno verde puede servir como una forma de almacenar energía excedente de fuentes renovables cuando no está disponible una demanda inmediata, ayudando a equilibrar la oferta y la demanda de energía en la red eléctrica.
  4. Generación de energía: El hidrógeno verde puede quemarse en turbinas de gas o utilizarse en celdas de combustible para generar electricidad de manera limpia y eficiente.

A pesar de sus ventajas, el hidrógeno verde también enfrenta desafíos, como el costo de producción, la infraestructura limitada para su distribución y almacenamiento, y la eficiencia de la electrólisis. Sin embargo, los avances en tecnología y la creciente inversión en energías renovables están contribuyendo a hacer que el hidrógeno verde sea más viable y competitivo en el mercado energético y industrial.

La huella hídrica es un indicador que mide el volumen total de agua que se utiliza directa o indirectamente para producir los bienes y servicios consumidos por individuos, comunidades o empresas. Esta medida considera tanto el agua que se consume durante el proceso de producción como el agua que se contamina en el proceso. La huella hídrica se expresa generalmente en términos de volumen de agua utilizado, ya sea en metros cúbicos o litros.

La huella hídrica se divide en tres componentes:

  1. Huella hídrica azul: Representa el volumen de agua superficial o subterránea extraído y consumido directamente en un proceso de producción o durante la vida útil de un producto. Puede ser agua que se utiliza para riego agrícola o en procesos industriales, por ejemplo.
  2. Huella hídrica verde: Se refiere al volumen de agua de lluvia consumido durante el crecimiento de cultivos y plantas, que luego es incorporado a los productos. Esencialmente, es el agua que las plantas utilizan y transpiran durante su ciclo de crecimiento.
  3. Huella hídrica gris: Representa el volumen de agua necesario para diluir y tratar los contaminantes generados en un proceso de producción, de manera que el agua vuelva a un estado de calidad aceptable.

La huella hídrica se utiliza para evaluar el impacto del consumo humano y la producción en los recursos hídricos locales y globales. Puede ayudar a identificar las conexiones entre el consumo de agua, la producción de alimentos y productos, y los problemas relacionados con la disponibilidad y escasez de agua en diferentes regiones.

Al calcular la huella hídrica de un producto, actividad o comunidad, se puede tomar decisiones informadas para reducir el consumo y la contaminación del agua. Esto puede incluir prácticas de uso eficiente del agua, la elección de alimentos y productos con huellas hídricas más bajas, y la implementación de tecnologías más sostenibles en la producción y el uso de recursos hídricos.

La reducción de la huella de carbono se refiere a la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente dióxido de carbono (CO2), producidas por actividades humanas que queman combustibles fósiles como el petróleo, el gas natural y el carbón. Estas emisiones son una de las principales causas del cambio climático y el calentamiento global, ya que atrapan el calor en la atmósfera y contribuyen al aumento de la temperatura global.

Aquí hay algunas estrategias clave para reducir la huella de carbono:

  1. Transición a Energías Renovables: Utilizar fuentes de energía renovable, como la solar, la eólica y la hidroeléctrica, en lugar de los combustibles fósiles para la generación de electricidad. Esto disminuye las emisiones de CO2 asociadas con la quema de combustibles fósiles.
  2. Eficiencia Energética: Mejorar la eficiencia en el uso de la energía en hogares, edificios, industrias y sistemas de transporte. Esto implica adoptar tecnologías y prácticas que reduzcan la cantidad de energía necesaria para realizar una tarea específica.
  3. Transporte Sostenible: Optar por medios de transporte más sostenibles, como el uso compartido de automóviles, el transporte público, la bicicleta o caminar. Además, la electrificación de vehículos y el uso de vehículos de cero emisiones ayudan a reducir las emisiones en el sector del transporte.
  4. Reforestación y Conservación: Plantar árboles y preservar bosques existentes para absorber el CO2 de la atmósfera. Los árboles actúan como sumideros naturales de carbono, ayudando a capturar y almacenar carbono.
  5. Cambios en la Alimentación: Reducir el consumo de alimentos de origen animal, que tienden a tener una huella de carbono más alta en comparación con los alimentos vegetales. Adoptar una dieta más basada en plantas puede tener un impacto positivo en la reducción de las emisiones.
  6. Producción Sostenible: Fomentar prácticas agrícolas y de producción industrial sostenibles, que minimicen el uso de energía y recursos, así como la liberación de gases de efecto invernadero durante la producción y distribución de bienes y servicios.
  7. Gestión de Residuos: Implementar estrategias de gestión de residuos que reduzcan la cantidad de residuos enviados a vertederos y promover el reciclaje y la reutilización.
  8. Educación y Concienciación: Crear conciencia sobre la importancia de reducir la huella de carbono a través de la educación y la información, lo que puede llevar a cambios de comportamiento individuales y colectivos.

La reducción de la huella de carbono es esencial para mitigar los impactos del cambio climático y garantizar un futuro sostenible para las generaciones futuras.

Los criterios ambientales, sociales y de gobernanza, conocidos como ESG por sus siglas en inglés (Environmental, Social, Governance), son un conjunto de estándares utilizados para evaluar el desempeño y la responsabilidad de las empresas y organizaciones en términos de su impacto en el medio ambiente, su relación con la sociedad y sus prácticas de gobierno corporativo. Estos criterios se han convertido en un enfoque fundamental para evaluar la sostenibilidad y la responsabilidad de las empresas en sus operaciones y decisiones.

Aquí hay una descripción más detallada de cada uno de los componentes ESG:

  1. Criterios Ambientales (E – Environmental):
    Estos criterios evalúan cómo una empresa aborda los desafíos ambientales y su impacto en los recursos naturales y el ecosistema. Algunos aspectos incluyen:
  • Gestión de la huella de carbono y emisiones de gases de efecto invernadero.
  • Uso sostenible de recursos naturales, como agua y energía.
  • Políticas de gestión de residuos y reciclaje.
  • Conservación de la biodiversidad y protección del medio ambiente.
  1. Criterios Sociales (S – Social):
    Estos criterios se centran en cómo una empresa maneja sus relaciones con las partes interesadas y cómo contribuye al bienestar de la sociedad en general. Algunos aspectos incluyen:
  • Relaciones laborales y condiciones de trabajo justas y seguras.
  • Diversidad e inclusión en la fuerza laboral y en la toma de decisiones.
  • Responsabilidad en la cadena de suministro.
  • Contribuciones a las comunidades locales a través de programas de responsabilidad social corporativa y filantropía.
  1. Criterios de Gobernanza (G – Governance):
    Estos criterios se centran en la estructura de gobierno y el funcionamiento interno de una empresa, así como en la transparencia y la rendición de cuentas. Algunos aspectos incluyen:
  • Estructura y composición de la junta directiva.
  • Independencia y diversidad de la junta directiva.
  • Prácticas de remuneración y compensación de ejecutivos.
  • Transparencia en la presentación de informes financieros y operativos.

La consideración y evaluación de los criterios ESG son importantes tanto para los inversores como para las empresas. Los inversores pueden utilizar estos criterios para tomar decisiones informadas sobre dónde invertir sus recursos, teniendo en cuenta no solo el rendimiento financiero, sino también el impacto social y ambiental de una empresa. Por otro lado, las empresas que incorporan prácticas ESG sólidas pueden beneficiarse al mejorar su reputación, atraer a inversores comprometidos con la sostenibilidad y enfrentar riesgos y desafíos con mayor resiliencia.

A nombre de la Revista Digital de Divulgación Científica y Tecnológica “Tecnopia.org”, agradecemos a la Cámara de Comercio México – Estados Unidos capítulo Guanajuato, al Maestro en Ciencias Sergio Ponce López quien es el Director Ejecutivo de la Cámara y organizador del Foro Internacional, por su invitación a este Noveno Foro Internacional de Sustentabilidad y Responsabilidad Social.

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