¿Cuál es el conocimiento que perdemos con la información, y cuál es la información que perdemos con el conocimiento?

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Hace tres años, para ser preciso el 28 de junio del 2021, escribía sobre el “Nuevo petróleo… los datos informáticos”, narrando la historia del ¿cómo? se gestaban las ideas para obtenerlos, para posteriormente procesarlos, y finalmente darle sentido a toda la información recabada.

Comparto el link en la parte inferior para su lectura.

https://tecnopia.org/el-nuevo-petroleodatos-informaticos/

Puede correlacionar esta idea con los legos; en donde los legos son los datos, y genera su pregunta ¿Qué voy a armar?

¿Por dónde inicia?, ¿cómo continua?, ¿va tomando forma? , para terminar el proceso con ¿es lo que Usted quería armar?

El artículo terminaba con el siguiente cuestionamiento: ¿Cuál es el conocimiento que perdemos con la información, y cuál es la información que perdemos con el conocimiento?


Hoy 2024, plasmamos una posible respuesta.

Introducción

En la era de la información en la que vivimos, nos enfrentamos a un fenómeno único en la historia de la humanidad: la saturación de datos y la posibilidad infinita de acceso a información. Sin embargo, a medida que nos adentramos en este océano de datos, podemos preguntarnos qué sucede con nuestro conocimiento. Surge la cuestión: ¿cuál es el conocimiento que perdemos con la información y cuál es la información que perdemos con el conocimiento? En este artículo de divulgación, exploraremos este tema fascinante y complejo.

El conocimiento en la era de la información

El conocimiento ha sido uno de los pilares fundamentales del desarrollo humano a lo largo de la historia. Es el resultado de la experiencia, el aprendizaje y la comprensión profunda de un tema o situación. No obstante, en la era de la información, el conocimiento puede ser desplazado o incluso eclipsado por la avalancha de datos disponible constantemente.

Con la llegada de internet y las redes sociales, se ha producido un cambio radical en la forma en que accedemos a la información. Ahora, podemos tener respuestas instantáneas a nuestras preguntas con solo realizar una búsqueda rápida en un motor de búsqueda. Esta facilidad de acceso puede ser beneficiosa ya que nos permite obtener información en tiempo real. Sin embargo, también puede llevar a una sobrecarga de datos y una disminución en nuestra capacidad de retener y comprender profundamente la información.

La información que perdemos con el conocimiento

La adquisición de conocimiento implica un proceso de selección y comprensión profunda de la información relevante. Cuando nos enfocamos en aprender un tema específico, dedicamos tiempo y esfuerzo para comprenderlo en su totalidad. Sin embargo, en la era de la información, corremos el riesgo de perdernos valiosos datos y detalles debido a la cantidad excesiva de información a la que estamos expuestos.

Una vez que alcanzamos un nivel profundo de conocimiento en un área, es posible que no prestemos atención a información nueva o actualizada. Podemos caer en el estancamiento y no estar al tanto de los avances y descubrimientos más recientes. Esto puede limitar nuestra capacidad para mantenernos actualizados y adaptarnos a un mundo en constante evolución.

Además, la búsqueda de conocimiento requiere tiempo y dedicación. Para comprender plenamente un tema, debemos invertir tiempo en investigar, leer y reflexionar. En el mundo actual, donde la inmediatez es valorada, muchos de nosotros preferimos obtener información rápida en lugar de sumergirnos en la comprensión profunda de un tema. Esto puede llevar a una pérdida de información valiosa y a una superficialeza en nuestro conocimiento.

El conocimiento perdido con la información

Por otro lado, la sobreexposición a la información puede dificultar la adquisición profunda de conocimientos. Estamos constantemente bombardeados con noticias, datos y opiniones que pueden distráenos de la concentración necesaria para desarrollar una comprensión profunda de un tema en particular.

Además, la abundancia de información también puede generar confusión y desinformación. En un mundo donde cualquiera puede publicar contenido en línea sin una verificación rigurosa, es difícil discernir entre la información veraz y la falsa. Esto puede llevar a la adquisición de conocimientos erróneos o incluso perjudiciales.

La información también puede volverse obsoleta rápidamente. A medida que se generan nuevos datos y se realizan descubrimientos, lo que consideramos como información precisa en un momento dado puede quedar desactualizado en poco tiempo. Si no estamos actualizados constantemente, podemos perder información relevante y basar nuestro conocimiento en datos incorrectos.

Conclusión

En la era de la información, es fundamental reconocer la importancia tanto de la información como del conocimiento. Si bien la facilidad de acceso a la información puede parecer ventajosa, no debemos olvidar la necesidad de cultivar nuestro conocimiento a través de una comprensión profunda. La sobrecarga de datos puede llevar a una pérdida de información valiosa, así como a un conocimiento superficial. Por otro lado, la sobreexposición a la información puede dificultar la adquisición de conocimientos profundos y precisos.

Es esencial encontrar un equilibrio entre la búsqueda de información y la dedicación al conocimiento. Debemos ser selectivos en la información que consumimos, buscar fuentes confiables y tener cuidado al discernir entre datos relevantes y superfluos. Al mismo tiempo, debemos comprometernos a dedicar tiempo y esfuerzo a la comprensión profunda de los temas que nos interesan, buscando siempre actualizar y adaptar nuestro conocimiento a medida que evoluciona.

En última instancia, nuestro objetivo debe ser alcanzar un equilibrio entre la información y el conocimiento, aprovechando lo mejor de ambos para enriquecer nuestro entendimiento del mundo que nos rodea.

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