Apunte Diario sobre Letras Hipnóticas*

08 de mayo de 2024

Por Arturo Vásquez Urdiales

El cobarde esclavista que invadió países bananeros y…. México

En el siglo XIX, en una era de ambiciones desbordantes y conquistas sin límites, un personaje emergió de las sombras como un pequeño monstruo titán audaz, desafiando las fronteras establecidas y erigiendo su propio imperio en las tierras de Centroamérica.

Su nombre resonaba como un eco de poderío y ambición: William Walker, el esclavista invasor de países bananeros.

Con la audacia de un conquistador moderno y la astucia de un estratega maquiavélico, Walker forjó su camino hacia la inmortalidad, usurpando el título de presidente en dos repúblicas recién nacidas, moldeando su destino con la fuerza de su voluntad y el fulgor de su visión.

América para los americanos (de Tennessee)

Afortunadamente el colonialismo acabó en la forma y concepción de Walquer, cuyo nombre de convirtió en sinónimo de gandalla.

Desde las polvorientas llanuras de Tennessee hasta los exuberantes paisajes de América Central, el viaje de Walker fue un torbellino de intrigas, conspiraciones y proezas militares. Con la Doctrina del Destino Manifiesto como su estandarte, este filibustero moderno trazó su ruta hacia la grandeza, desafiando las convenciones y desafiando las leyes del hombre y de la moral.

Sus incursiones clandestinas en territorios mexicanos y nicaragüenses no fueron simples gestos de ambición desmedida, sino declaraciones de supremacía, gestadas en el crisol de la codicia y la arrogancia occidental. En su búsqueda insaciable de poder y riqueza, Walker desató el caos y la desolación, tejiendo un tapiz de opresión y violencia en su afán despiadado por dominar.

Invadir países para crear territorios esclavistas

Algo así como si un montón de gente se reuniera en un país lejano, y con todos los demás llegados de todas partes, se pusieran de acuerdo en el cómo le van a romper el eje y centro de gravedad a los demás países del área, influenciados por creencias mitológicas de doctrinas muertas y del pasado, cómo la esclavitud y el esclavismo, ¿Loquísimo verdad?

Con la espada en una mano y la pluma en la otra, Walker escribió su propia leyenda, redefiniendo los límites del colonialismo y desafiando las convenciones de su tiempo. Su reinado efímero fue un espectáculo de excesos y excentricidades, donde la esclavitud resurgió como un fantasma del pasado y la soberanía se convirtió en una quimera en manos de un autócrata errante.

Pero incluso los más temerarios conquistadores están destinados a sucumbir ante las fuerzas del destino y las maquinaciones del destino. La caída de Walker fue tan vertiginosa como su ascenso, un descenso hacia la oscuridad marcado por la traición, la derrota y la ignominia.

Hoy, mientras contemplamos las ruinas de su imperio efímero, recordamos a William Walker como un recordatorio sombrío de los excesos del poder y las sombras del colonialismo. Su legado, aunque ensombrecido por la infamia, nos obliga a reflexionar sobre los límites de la ambición humana y las consecuencias de nuestras acciones en el tejido frágil de la historia.

En un mundo donde los sueños de grandeza a menudo se desvanecen en la bruma del olvido, la figura de William Walker perdura como un monumento a la vanidad y la arrogancia del hombre, una advertencia eterna grabada en las páginas de un tiempo olvidado pero no perdonado.

Países víctimas

¡Incluyó a México, si tonto no era!

En su búsqueda desenfrenada de poder y riqueza, William Walker se lanzó a la conquista de territorios en Centroamérica con una determinación implacable. En 1853, con apenas 29 años de edad, reclutó a 32 mercenarios esclavistas estadounidenses y emprendió su primera incursión, invadiendo las fronteras del sur de México. En esta audaz campaña, Walker y sus hombres conquistaron las ciudades de La Paz y Ensenada, proclamándose él mismo como presidente de la República de Sonora.

Sin embargo, su dominio fue efímero, y la resistencia mexicana junto con la escasez de suministros lo obligaron a retirarse apenas cinco meses después de su autoproclamación.

No desanimado por su primer fracaso, Walker volvió a la carga y encontró una oportunidad en Nicaragua, sumida en una lucha interna entre el Partido Demócrata y el partido Legitimista. Aliándose con el Partido Demócrata, Walker ofreció su ayuda militar para asegurar el control del país, aprovechando la situación para avanzar sus propios intereses.

Tras ganar la batalla en Granada con un ejército de mercenarios apodados “Los inmortales”, Walker se autoproclamó presidente de Nicaragua, imponiendo políticas y costumbres estadounidenses en la región. Restableció la esclavitud, instituyó el inglés como idioma oficial y fomentó la llegada de colonos estadounidenses.

Este reinado de terror y opresión, marcado por decretos dictatoriales y la confiscación de bienes a los “enemigos del Estado”, despertó la atención de Estados Unidos, interesado en el control estratégico de la región para la construcción de una ruta comercial interoceánica.

La aventura de Walker, sin embargo, llegó a su fin cuando la presión internacional y las intrigas políticas lo llevaron al exilio.

Pero era bien necio, al estilo de mexicanos actuales con un hambre terrible y extraordinaria de robarse los terrenos ajenos

Aunque intentó volver a la conquista en Honduras, fue apresado por las tropas británicas y entregado a las autoridades locales, donde fue juzgado y sentenciado a muerte en Trujillo.

Así, el fugaz y tumultuoso reinado de William Walker quedó grabado en la historia como un episodio oscuro de ambición desmedida y codicia desenfrenada, una advertencia sobre los peligros del poder sin límites y las consecuencias de la intervención extranjera en los asuntos de otras naciones.

Peligro colonial en México 2024

¿Cuántos William Walker’s andan sueltos por ahí, tratando de hacer todo tipo de falsificaciones he inventos para quedarse y apropiarse de los inmuebles que no les pertenecen?

Que lo responda la ciencia.

La falsificación de poderes notariales y su inscripción balín y falsa en los registros públicos es delito, así como también clavar invenciones en tales registros, y si bien son puntadas de un pasado no remoto, personajes dantescos pero de caricatura, bufones soberbios, ancianos decrépitos con una marcada demencia senil y YouTubera andan sueltos y aún haciendo daño, auténticos William Walker’s trasnochados y soberbios, estúpidos y locos, al final, dementes. Asesinos infames. La historia nos ha enseñado que no terminan bien y que pagan aquí mismo sus fechorías, en la carcel que ya han visitado varias veces.

Que Dios les de el perdón y un juez una sentencia justa.

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Urdiales Zuazubiskar fundación de Letras hipnóticas A.C.
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